1. Enigmática construccion de las Piramides de Egipto
Imponentes, majestuosas. Las pirámides de Keops, Kefren y Micerinos se alzan en medio del desierto de Gizah altivas. Te detienes frente a ellas, y quedas absorto; tu mente perdida en el tiempo; en épocas de conquistas; en épocas de Grandes Imperios… y sobre todo, en épocas de una civilización que ha cautivado a la Humanidad por su grandeza, por sus monumentos, por sus misterios.
Las pirámides, ¿cómo se construyeron?, nos preguntamos. ¿Cómo es posible que en una época sin los medios actuales, se pudiera construir con tal perfección un monumento funerario capaz de albergar en su interior las catedrales de Florencia, Milán, El Vaticano, Londres y la Abadía de Westminster. La Gran Pirámide de Keops tiene 2.300.000 bloques de piedra caliza de entre dos y quince toneladas cada uno. 230 metros en cada una de sus caras y 146 metros de altura. Por otro lado, su relación matemática perfecta: el doble de la longitud de sus lados por su altura, el famoso número pi.
Muchos misterios, muchos secretos, y sobre todo, mucho respeto. Misterios y respetos que, sin duda, se vieron aderezados por muchos desastres ocurridos en relación a momias y tumbas egipcias. Recordemos, por ejemplo, lo sucedido en el Valle de los Reyes, cuando Howard Carter descubrió la tumba de Tutankamón un 17 de Febrero de 1.923. De la expedición que lo acompañaba, en los 6 años posteriores, 35 personas murieron en condiciones misteriosas. incluso, el perro de Lord Carnavon murió de un infarto fulminante. Una inscripción grabada sobre tu tumba, desató el miedo:
“La muerte golpeará a quien perturbe el sueño del Faraón”
O qué decir del hundimiento del Titanic. Poco saben que en el Titanic, un inglés llevaba en las bodegas la momia de una pitonisa de la época de Amenofis IV. Esa momia llevaba un brazalete cuya inscripción rezaba:
“despierta de tu postración y el rayo de tus ojos aniquilará a todos aquellos que quieran adueñarse de ti”
Son dos sucesos entre otros muchos que se han producido a quien de un modo u otro han estado relacionados con aquel pasado egipcio, y que han servido para que la construcción de las pirámides esté envuelta de un halo misterioso que aún hoy se intenta desvelar.
Metafísicas aparte, poco a poco se van descubriendo nuevas pistas que habilitan teorías cada vez más perfeccionadas sobre su construcción. La primera pirámide construida fue la pirámide escalonada de Zóser en el año 2.650 a.C. para el Faraón Snefru, padre de Keops. Construida como una mastaba, ha servido de base para el estudio de otras pirámides mayores. Así, el arqueólogo alemán Guenter Dreyer formuló en el año 2005 una teoría según la cual la construcción de las pirámides es una sucesión de montículos y muros que se iban superponiendo, de modo que una pirámide no es sino un desarrollo del concepto de la mastaba, a la que se le iban añadiendo muros.
El primer gran misterio en la construcción de todas las pirámides y al que se enfrentan todas las teorías, es el de la elaboración de las grandes piedras de las que se hacían uso. hay varias teorías, pero se cree que las piedras se clasificaban según su dureza y apariencia, en caliza, arenisca, alabastro y granito. Los egipcios usaban los estratos de mayor calidad y extraían mediante galerías los materiales más resistentes a la intemperie. Los bloques se cortaban con forma cuadrada o rectangular, y para tallarlos y cortarlos se usaban mazos de madera y herramientas de cobre y bronce. Hasta hace unos años, se pensaba que en las hendiduras se introducían cuñas que al mojarse, se expandían y separaban la piedra. Pero dadas las herramientas existente, ahora se afirma que se introducían cinceles y se calzaban con cuñas, de modo que la presión era doble. Para las piedras duras se golpeaban con un mazo de piedra dolerita. Otra teoría afirmaba que se encendían fuegos y así el granito, por el calor, se rompía.
El segundo misterio al que enfrentarse es su forma triangular. Se relaciona con el concepto de espiritualidad de los egipcios. Este tipo de construcción era un vehículo para la continuación de su vida en el más allá, de modo que asemejaban a una especie de escalera por la que el espíritu del Faraón alcanzaba el cielo. Otras teorías apuntan a que su forma se asimilaba a la de las montañas, dado que en la religión egipcia, las deidades habitaban en las montañas.
Y por último, el tercer y gran misterio: el de su construcción. Muchas son las teorías como decimos, pero la más fundamentada es la que se basa en escritos de Herodoto, quien describía con todo lujo de detalles la construcción de la Gran Pirámide de Gizeh. Según el historiador la pirámide fue construida en 20 años y con 3.000 trabajadores. La pirámide constaba de varias alturas, en las que se situaban poleas, de modo que una vez llegaba la piedra a una de esas alturas, la polea la levantaba a la siguiente y así sucesivamente. Pero dado que no había herramientas similares en esa época, pronto se desechó, aunque sirvió para elaborar aquellas otras teorías que hoy resultan más convincentes: de todos los bloques se procuraban encajar los externos, los visibles, de modo que la construcción pareciera perfecta, pero los internos se soltaban y luego se rellenaban los huecos con barro y piedra. Estos bloques se subían por rampas exteriores, y a través de una especie de patines por los que rodaban. De ellos tiraban unas poleas y se ayudaban de palancas. Al mismo tiempo que se iba ganando altura, las partes acabadas se iban recubriendo a fin de reafirmar el terreno y las pendientes. La punta de la Gran Pirámide se recubrió con un gran piramidón de oro. finalmente, esas rampas exteriores, al no estar bien ancladas, se habían perdido con el paso del tiempo.
Esta teoría echó por tierra aquella otra por la que se postulaba que sólo existía una gran rampa que ascendía desde la base, en línea recta, hasta el vértice, cosa bastante ilógica si se tiene en cuenta que con una pendiente así, sería materialmente imposible subir las grandes piedras.
La última y gran teoría ha sido la publicada hace escasos días, según la cual el francés Jean Pierre Houdin afirma que esas rampas existieron realmente, pero por el interior de la pirámide.
Esta rampa interior en forma de túnel, facilitaba la construcción de la pirámide desde el interior al exterior, y por ello requería de menos herramientas, y ninguna polea. Según el francés, hubo dos retos: construir la propia pirámide, y luego la cámara funeraria. Inicialmente, para las primera alturas, se usó una rampa exterior. A partir de ahí, se construyó la rampa en espiral a lo largo de la cual iban colocándose las piedras. Las esquinas se tapaban posteriormente. Para los bloques superiores de la cámara funeraria, afirma que se usaron contrapesos que ayudaban a alzar las piedras.
Y, por último, para los amantes de las creencias extraterrestres, por supuesto, no podía faltar la hipótesis de la intervención de seres de inteligencia superior. Von Daniken afirma que hoy día, nadie podría construir una pirámide con la perfección de la de Keops, y si eso es así, la implicación es clara, según él… sólo seres superiores pudieron aportar las técnicas y conocimientos para su construcción. Entre sus seguidores, el propio J.J. Benítez. quienes afirman que no sólo las pirámides tienen implicaciones extraterrestre, sino otros muchos monumentos, como Macchu Pichu o Chichén Itzá.
Las pirámides, ¿cómo se construyeron?, nos preguntamos. ¿Cómo es posible que en una época sin los medios actuales, se pudiera construir con tal perfección un monumento funerario capaz de albergar en su interior las catedrales de Florencia, Milán, El Vaticano, Londres y la Abadía de Westminster. La Gran Pirámide de Keops tiene 2.300.000 bloques de piedra caliza de entre dos y quince toneladas cada uno. 230 metros en cada una de sus caras y 146 metros de altura. Por otro lado, su relación matemática perfecta: el doble de la longitud de sus lados por su altura, el famoso número pi.
Muchos misterios, muchos secretos, y sobre todo, mucho respeto. Misterios y respetos que, sin duda, se vieron aderezados por muchos desastres ocurridos en relación a momias y tumbas egipcias. Recordemos, por ejemplo, lo sucedido en el Valle de los Reyes, cuando Howard Carter descubrió la tumba de Tutankamón un 17 de Febrero de 1.923. De la expedición que lo acompañaba, en los 6 años posteriores, 35 personas murieron en condiciones misteriosas. incluso, el perro de Lord Carnavon murió de un infarto fulminante. Una inscripción grabada sobre tu tumba, desató el miedo:
“La muerte golpeará a quien perturbe el sueño del Faraón”
O qué decir del hundimiento del Titanic. Poco saben que en el Titanic, un inglés llevaba en las bodegas la momia de una pitonisa de la época de Amenofis IV. Esa momia llevaba un brazalete cuya inscripción rezaba:
“despierta de tu postración y el rayo de tus ojos aniquilará a todos aquellos que quieran adueñarse de ti”
Son dos sucesos entre otros muchos que se han producido a quien de un modo u otro han estado relacionados con aquel pasado egipcio, y que han servido para que la construcción de las pirámides esté envuelta de un halo misterioso que aún hoy se intenta desvelar.
Metafísicas aparte, poco a poco se van descubriendo nuevas pistas que habilitan teorías cada vez más perfeccionadas sobre su construcción. La primera pirámide construida fue la pirámide escalonada de Zóser en el año 2.650 a.C. para el Faraón Snefru, padre de Keops. Construida como una mastaba, ha servido de base para el estudio de otras pirámides mayores. Así, el arqueólogo alemán Guenter Dreyer formuló en el año 2005 una teoría según la cual la construcción de las pirámides es una sucesión de montículos y muros que se iban superponiendo, de modo que una pirámide no es sino un desarrollo del concepto de la mastaba, a la que se le iban añadiendo muros.
El primer gran misterio en la construcción de todas las pirámides y al que se enfrentan todas las teorías, es el de la elaboración de las grandes piedras de las que se hacían uso. hay varias teorías, pero se cree que las piedras se clasificaban según su dureza y apariencia, en caliza, arenisca, alabastro y granito. Los egipcios usaban los estratos de mayor calidad y extraían mediante galerías los materiales más resistentes a la intemperie. Los bloques se cortaban con forma cuadrada o rectangular, y para tallarlos y cortarlos se usaban mazos de madera y herramientas de cobre y bronce. Hasta hace unos años, se pensaba que en las hendiduras se introducían cuñas que al mojarse, se expandían y separaban la piedra. Pero dadas las herramientas existente, ahora se afirma que se introducían cinceles y se calzaban con cuñas, de modo que la presión era doble. Para las piedras duras se golpeaban con un mazo de piedra dolerita. Otra teoría afirmaba que se encendían fuegos y así el granito, por el calor, se rompía.
El segundo misterio al que enfrentarse es su forma triangular. Se relaciona con el concepto de espiritualidad de los egipcios. Este tipo de construcción era un vehículo para la continuación de su vida en el más allá, de modo que asemejaban a una especie de escalera por la que el espíritu del Faraón alcanzaba el cielo. Otras teorías apuntan a que su forma se asimilaba a la de las montañas, dado que en la religión egipcia, las deidades habitaban en las montañas.
Y por último, el tercer y gran misterio: el de su construcción. Muchas son las teorías como decimos, pero la más fundamentada es la que se basa en escritos de Herodoto, quien describía con todo lujo de detalles la construcción de la Gran Pirámide de Gizeh. Según el historiador la pirámide fue construida en 20 años y con 3.000 trabajadores. La pirámide constaba de varias alturas, en las que se situaban poleas, de modo que una vez llegaba la piedra a una de esas alturas, la polea la levantaba a la siguiente y así sucesivamente. Pero dado que no había herramientas similares en esa época, pronto se desechó, aunque sirvió para elaborar aquellas otras teorías que hoy resultan más convincentes: de todos los bloques se procuraban encajar los externos, los visibles, de modo que la construcción pareciera perfecta, pero los internos se soltaban y luego se rellenaban los huecos con barro y piedra. Estos bloques se subían por rampas exteriores, y a través de una especie de patines por los que rodaban. De ellos tiraban unas poleas y se ayudaban de palancas. Al mismo tiempo que se iba ganando altura, las partes acabadas se iban recubriendo a fin de reafirmar el terreno y las pendientes. La punta de la Gran Pirámide se recubrió con un gran piramidón de oro. finalmente, esas rampas exteriores, al no estar bien ancladas, se habían perdido con el paso del tiempo.
Esta teoría echó por tierra aquella otra por la que se postulaba que sólo existía una gran rampa que ascendía desde la base, en línea recta, hasta el vértice, cosa bastante ilógica si se tiene en cuenta que con una pendiente así, sería materialmente imposible subir las grandes piedras.
La última y gran teoría ha sido la publicada hace escasos días, según la cual el francés Jean Pierre Houdin afirma que esas rampas existieron realmente, pero por el interior de la pirámide.
Esta rampa interior en forma de túnel, facilitaba la construcción de la pirámide desde el interior al exterior, y por ello requería de menos herramientas, y ninguna polea. Según el francés, hubo dos retos: construir la propia pirámide, y luego la cámara funeraria. Inicialmente, para las primera alturas, se usó una rampa exterior. A partir de ahí, se construyó la rampa en espiral a lo largo de la cual iban colocándose las piedras. Las esquinas se tapaban posteriormente. Para los bloques superiores de la cámara funeraria, afirma que se usaron contrapesos que ayudaban a alzar las piedras.
Y, por último, para los amantes de las creencias extraterrestres, por supuesto, no podía faltar la hipótesis de la intervención de seres de inteligencia superior. Von Daniken afirma que hoy día, nadie podría construir una pirámide con la perfección de la de Keops, y si eso es así, la implicación es clara, según él… sólo seres superiores pudieron aportar las técnicas y conocimientos para su construcción. Entre sus seguidores, el propio J.J. Benítez. quienes afirman que no sólo las pirámides tienen implicaciones extraterrestre, sino otros muchos monumentos, como Macchu Pichu o Chichén Itzá.
2. El Misterio de la Atlantida
Durante siglos, la historia de un reino sumergido ha sido motivo de interés y estudios por gentes de todas las razas y épocas. La realidad se vio envuelta de un halo de misterios y leyendas tales que las teorías propuestas son incapaces de determinar qué parte de lo que se cuenta es ficción y cuál no lo es. El origen de la Atlántida, su cultura y sobre todo su localización, ha sufrido toda clase de propuestas, extravagantes algunas de ellas, que han llevado a sus gentes desde ser una sociedad avanzada tecnológicamente, incluso hasta por delante de nuestros tiempos, hasta ser una sociedad infinitamente rica, e incluso llegados de otro planeta. Sea como fuere, en algún punto de la tierra, desde las profundidades del mar, siglos de historia nos contemplan, ocultos donde nadie puede encontrarlos.
Fue Platón, hacia el 347 a.C. el primero y único que dejó por escrito la existencia del reino de la Atlántida en sus diálogos de Timeo y Critias, cuando hizo una descripción de ella como una isla extensa y llana en cuyo centro había una colina, que a su vez estaba rodeada de tres anillos concéntricos de mar. En la cima de la colina había un templo dedicado a Poseidón y Cleito rodeado por un muro enteramente de oro. A su lado, otro templo de Poseidón estaba hecho de plata. Dos fuentes manaban constantemente agua, una fría y la otra cálida.
En el anillo más cercano vivían los más ricos y de alto status de su sociedad, y en el siguiente anillo los plebeyos. Más allá una extensa pradera repleta de aromáticas sustancias, hasta completar una isla “más grande aún que Asia menor y Libia juntas”…
Como vemos, una descripción demasiado idílica como para resultar creíble, más aún cuando la descripción que hacía Platón la basaba en las historias de un ateniense, Solón, que decía haberlo escuchado de un sacerdote al que a su vez se lo había contado otro…
Similares propuestas se hicieron para su desaparición, ya que según aquellos escritos, su sociedad se perdió en su propia decadencia y corrupción. Sus gobernantes quisieron expandirse y comenzaron una época de invasiones a las tierras cercanas, e incluso se contó que llegaron a dominar todo el norte de Africa, hasta Egipto. Tal ambición fue castigada por sus dioses con una explosión volcánica que arrojó ceniza y arrasó su civilización, para posteriormente ser destruida por un maremoto que la hundió en apenas 24 horas.
Platón situó aquella tragedia alrededor del 9600 a.C. en un lugar que estaba “más allá de las columnas de Hércules”, muy cerca de las islas Canarias, una vez atravesado el estrecho de Gibraltar.
Todas aquellas historia míticas tenían por fuerza que levantar las aspiraciones de muchos historiadores y estudiosos dispuestos a llevarse la gloria de ser quienes descubrieran los restos de aquella magnífica civilización.
Ciertamente su descubrimiento sería un hito en la historia; sin duda alguna, el mayor descubrimiento que pudiera hacerse, aunque desgraciadamente también sería el final de tantos siglos de leyendas. Son tantas esas teorías lanzadas, en cuanto a su localización, que a la Altántida se la ha situado desde el estrecho de Gibraltar, hasta en las cercanías de Islandia, o en las Azores, o como se dicen en las últimas teorías, las más aceptadas, en los alrededores de las Islas Cícladas.
Fue Platón, hacia el 347 a.C. el primero y único que dejó por escrito la existencia del reino de la Atlántida en sus diálogos de Timeo y Critias, cuando hizo una descripción de ella como una isla extensa y llana en cuyo centro había una colina, que a su vez estaba rodeada de tres anillos concéntricos de mar. En la cima de la colina había un templo dedicado a Poseidón y Cleito rodeado por un muro enteramente de oro. A su lado, otro templo de Poseidón estaba hecho de plata. Dos fuentes manaban constantemente agua, una fría y la otra cálida.
En el anillo más cercano vivían los más ricos y de alto status de su sociedad, y en el siguiente anillo los plebeyos. Más allá una extensa pradera repleta de aromáticas sustancias, hasta completar una isla “más grande aún que Asia menor y Libia juntas”…
Como vemos, una descripción demasiado idílica como para resultar creíble, más aún cuando la descripción que hacía Platón la basaba en las historias de un ateniense, Solón, que decía haberlo escuchado de un sacerdote al que a su vez se lo había contado otro…
Similares propuestas se hicieron para su desaparición, ya que según aquellos escritos, su sociedad se perdió en su propia decadencia y corrupción. Sus gobernantes quisieron expandirse y comenzaron una época de invasiones a las tierras cercanas, e incluso se contó que llegaron a dominar todo el norte de Africa, hasta Egipto. Tal ambición fue castigada por sus dioses con una explosión volcánica que arrojó ceniza y arrasó su civilización, para posteriormente ser destruida por un maremoto que la hundió en apenas 24 horas.
Platón situó aquella tragedia alrededor del 9600 a.C. en un lugar que estaba “más allá de las columnas de Hércules”, muy cerca de las islas Canarias, una vez atravesado el estrecho de Gibraltar.
Todas aquellas historia míticas tenían por fuerza que levantar las aspiraciones de muchos historiadores y estudiosos dispuestos a llevarse la gloria de ser quienes descubrieran los restos de aquella magnífica civilización.
Ciertamente su descubrimiento sería un hito en la historia; sin duda alguna, el mayor descubrimiento que pudiera hacerse, aunque desgraciadamente también sería el final de tantos siglos de leyendas. Son tantas esas teorías lanzadas, en cuanto a su localización, que a la Altántida se la ha situado desde el estrecho de Gibraltar, hasta en las cercanías de Islandia, o en las Azores, o como se dicen en las últimas teorías, las más aceptadas, en los alrededores de las Islas Cícladas.
3. La Desaparición del Vuelo 19 ( Triángulo de Las Bermudas )
El 5 de diciembre de 1945 una escuadrilla de cinco aviones torpederos Avenger TBM-3, pertenecientes a las Fuerzas Aéreas norteamericanas, desaparecieron sin dejar rastro durante unos vuelos de práctica a pocos minutos de haber partido de su base de Fort Lauderlade, Florida. La desaparición se produjo en la zona que popularmente se conoce como “El Triángulo de las Bermudas”.
La flota de aviones, bajo el nombre clave de vuelo 19, estaba preparada para afrontar condiciones de clima adverso y estaban provistos de combustible suficiente para volar cerca de 1.800 kilómetros. Sin embargo, las condiciones del clima en ese día eran más que favorables (apenas unas pocas nubes en el cielo), y las desapariciones se produjeron cuando los torpederos habían volado apenas unos 120 kilómetros desde el despegue.
Casi dos horas después de haber salido de la base militar, el piloto del avión insignia, el teniente veterano de marina Charles C. Taylor habló a la torre de control desconcertado. Habían perdido el rumbo. “No estamos seguros de nuestra posición. No podemos avistar tierra”, repetía el hombre a cargo de la escuadrilla de aviones. “Todo parece raro… hasta el océano está distinto…parece que estuviéramos sobre aguas blancas…”
Las comunicaciones entre los pilotos y la torres de control se fueron entrecortando hasta desaparecer por completo. Algunos minutos después fue enviado un hidroavión para iniciar la búsqueda de la flotilla perdida, pero a los 27 minutos de salir de la base, el hidroavión también desapareció.
La zona del Triángulo de las Bermudas es reconocida mundialmente por los misterios que encierra. Es un área de casi 4 millones de kilómetros cuadrados que se extiende desde Melbourne, en la punta de la península de Florida, hasta Puerto Rico y las islas Bermudas. Cientos de desapariciones de barcos y aviones a lo largo de su historia le han dado su velo de misterio que aún hoy lo hacen famoso.
Es preciso aclarar que la zona es una de las más transitadas del mundo por aviones y por barcos, y que no todos desaparecen. De hecho, comparativamente hablando son apenas unos pocos. Pero la manera en que los aparatos que han desaparecido, lo han hecho sin dejar rastros es lo que llama la atención. Es un misterio porque no existen explicaciones lógicas a tales desapariciones.
Ante estos hechos, las teorías hablan de superposición de dimensiones, abducciones alienígenas, burbujas de gas metano, influencia de viejas y extrañas máquinas de la civilización perdida de la Atlántida, experimentos ultrasecretos del gobierno estadounidense, etc. En cuestiones de conjeturas, las teorías son amplísimas.
Sin embargo, hace un tiempo ya que el Triángulo de las Bermudas ha dejado de sonar con fuerza en los ámbitos del mundo paranormal o de los misterios. No ha habido desapariciones que contar. No parece que los aviones o los barcos de hoy se pierdan en sus aguas. Tal vez se cerró el portal dimensional.
Tal vez, los extraterrestres se han aburrido de secuestrar humanos. Tal vez, a las viejas máquinas de la Atlántida se le han acabado sus baterías. Tal vez el gobierno norteamericano esté cansado de experimentos ultrasecretos en esas aguas, y ahora esté apuntando con sus conspiraciones a otras regiones del mundo, un poco más lejos de su casa.
O puede que el Triángulo sólo se esté tomando un respiro.
La flota de aviones, bajo el nombre clave de vuelo 19, estaba preparada para afrontar condiciones de clima adverso y estaban provistos de combustible suficiente para volar cerca de 1.800 kilómetros. Sin embargo, las condiciones del clima en ese día eran más que favorables (apenas unas pocas nubes en el cielo), y las desapariciones se produjeron cuando los torpederos habían volado apenas unos 120 kilómetros desde el despegue.
Casi dos horas después de haber salido de la base militar, el piloto del avión insignia, el teniente veterano de marina Charles C. Taylor habló a la torre de control desconcertado. Habían perdido el rumbo. “No estamos seguros de nuestra posición. No podemos avistar tierra”, repetía el hombre a cargo de la escuadrilla de aviones. “Todo parece raro… hasta el océano está distinto…parece que estuviéramos sobre aguas blancas…”
Las comunicaciones entre los pilotos y la torres de control se fueron entrecortando hasta desaparecer por completo. Algunos minutos después fue enviado un hidroavión para iniciar la búsqueda de la flotilla perdida, pero a los 27 minutos de salir de la base, el hidroavión también desapareció.
La zona del Triángulo de las Bermudas es reconocida mundialmente por los misterios que encierra. Es un área de casi 4 millones de kilómetros cuadrados que se extiende desde Melbourne, en la punta de la península de Florida, hasta Puerto Rico y las islas Bermudas. Cientos de desapariciones de barcos y aviones a lo largo de su historia le han dado su velo de misterio que aún hoy lo hacen famoso.
Es preciso aclarar que la zona es una de las más transitadas del mundo por aviones y por barcos, y que no todos desaparecen. De hecho, comparativamente hablando son apenas unos pocos. Pero la manera en que los aparatos que han desaparecido, lo han hecho sin dejar rastros es lo que llama la atención. Es un misterio porque no existen explicaciones lógicas a tales desapariciones.
Ante estos hechos, las teorías hablan de superposición de dimensiones, abducciones alienígenas, burbujas de gas metano, influencia de viejas y extrañas máquinas de la civilización perdida de la Atlántida, experimentos ultrasecretos del gobierno estadounidense, etc. En cuestiones de conjeturas, las teorías son amplísimas.
Sin embargo, hace un tiempo ya que el Triángulo de las Bermudas ha dejado de sonar con fuerza en los ámbitos del mundo paranormal o de los misterios. No ha habido desapariciones que contar. No parece que los aviones o los barcos de hoy se pierdan en sus aguas. Tal vez se cerró el portal dimensional.
Tal vez, los extraterrestres se han aburrido de secuestrar humanos. Tal vez, a las viejas máquinas de la Atlántida se le han acabado sus baterías. Tal vez el gobierno norteamericano esté cansado de experimentos ultrasecretos en esas aguas, y ahora esté apuntando con sus conspiraciones a otras regiones del mundo, un poco más lejos de su casa.
O puede que el Triángulo sólo se esté tomando un respiro.
4. Los Círculos de las Cosechas
Casi 30 años se cumplen ya de la aparición de los primeros círculos de las cosechas en Inglaterra, y aún tantos años después, siguen siendo un misterio que nadie es capaz de explicar. Se ha dicho que son obra humana, pero lo cierto es que en experimentos realizados por humanos, nadie ha podido igualar esos dibujos tan absolutamente simétricos y perfectos. Además, desde entonces, cada año aparecen casi 250 dibujos más repartidos ya por todo el mundo.
Los círculos de las cosechas comenzaron en agosto de 1980 en Wiltshite, en Inglaterra. A partir de aquella fecha, se registraron formaciones similares por todo el país, ante el asombro de los ciudadanos que veían como esos enormes dibujos, que desde el aire tienen un diseño tan perfecto, aparecían en cuestión de minutos.
Éste es uno de los mayores misterios que encierran. A veces esos diseños han aparecido en cuestión de pocos minutos, como por ejemplo el producido cerca de Stonehenge. Allí, varios testigos declararon que en esa zona no había nada a las 17,30 h. de aquel día. Apenas media hora después se descubrieron en aquel mismo lugar hasta 151 círculos concéntricos con una medida total de 279 metros. Cuando se estudiaron se dieron cuenta de que las plantas sobre las que se dibujaban esos círculos no habían sido siquiera cortadas, sino que estaban aplastadas pero sin romper el tallo. Cada planta se inclinaba a un lado y se enlazaba con la anterior. Además estas plantas estaban afectadas por anomalías químicas y electromagnéticas.
En Inglaterra a los círculos de las cosechas los llaman “Crop circles” o “círculos de los cereales“. Sin embargo, si al principio se encontraban en estos tipos de cultivo, ahora ya se han extendido a todo tipo de campos y por todos los países del mundo. De hecho, las últimas alteraciones se han encontrado en Argentina, pero también las ha habido en Canadá, en Estados Unidos, en Rusia o en Holanda, entre otros. Además, ya no se trata sólo de círculos, sino que también han comenzado a aparecer dibujos esotéricos, como el Menorah, candelabro judío de siete brazos, símbolos religiosos o rostros humanoides.
El escepticismo que han despertado a veces este tipo de apariciones proviene de cierta ocasión en que dos ingleses, Bower y Chorley, se autoinculparon de los diseños. Extrañamente, se hizo toda una gran campaña al parecer destinada a desviar la atención de la formación de aquellos círculos, pero lo cierto, es que años después se pudo demostrar que estos dos ingleses nada tuvieron que ver en esas apariciones.
Son muchas las teorías que se han lanzado sobre los círculos de las cosechas, siendo las más recurrentes la de que se trata de comunicaciones emitidas por entes extraterrestres. Los naturalistas apoyan la tesis de que son mensajes que nos está emitiendo la Madre Tierra como queja al trato que le damos, mientras que los más lógicos afirman que se han formado por algún tipo de vibraciones de ultrasonidos o radiaciones emitidas por quizás algún tipo de experimento secreto.
La teoría más firme y conocida es la de Forgione que le da un punto de vista mucho más místico al decir que es la “irrupción inesperada de lo divino en nuestra realidad” y que nos encontramos ante un nuevo ciclo cósmico.
Círculos en Milk Hill
La formación más compleja y grande es la aparecida en el año 2001 en Milk Hill, pero son muchas las formaciones a las que se han encontrado semejanza con elementos mágicos o históricos, como el famoso sello mágico de Giordano Bruno.
Los círculos de las cosechas comenzaron en agosto de 1980 en Wiltshite, en Inglaterra. A partir de aquella fecha, se registraron formaciones similares por todo el país, ante el asombro de los ciudadanos que veían como esos enormes dibujos, que desde el aire tienen un diseño tan perfecto, aparecían en cuestión de minutos.
Éste es uno de los mayores misterios que encierran. A veces esos diseños han aparecido en cuestión de pocos minutos, como por ejemplo el producido cerca de Stonehenge. Allí, varios testigos declararon que en esa zona no había nada a las 17,30 h. de aquel día. Apenas media hora después se descubrieron en aquel mismo lugar hasta 151 círculos concéntricos con una medida total de 279 metros. Cuando se estudiaron se dieron cuenta de que las plantas sobre las que se dibujaban esos círculos no habían sido siquiera cortadas, sino que estaban aplastadas pero sin romper el tallo. Cada planta se inclinaba a un lado y se enlazaba con la anterior. Además estas plantas estaban afectadas por anomalías químicas y electromagnéticas.
En Inglaterra a los círculos de las cosechas los llaman “Crop circles” o “círculos de los cereales“. Sin embargo, si al principio se encontraban en estos tipos de cultivo, ahora ya se han extendido a todo tipo de campos y por todos los países del mundo. De hecho, las últimas alteraciones se han encontrado en Argentina, pero también las ha habido en Canadá, en Estados Unidos, en Rusia o en Holanda, entre otros. Además, ya no se trata sólo de círculos, sino que también han comenzado a aparecer dibujos esotéricos, como el Menorah, candelabro judío de siete brazos, símbolos religiosos o rostros humanoides.
El escepticismo que han despertado a veces este tipo de apariciones proviene de cierta ocasión en que dos ingleses, Bower y Chorley, se autoinculparon de los diseños. Extrañamente, se hizo toda una gran campaña al parecer destinada a desviar la atención de la formación de aquellos círculos, pero lo cierto, es que años después se pudo demostrar que estos dos ingleses nada tuvieron que ver en esas apariciones.
Son muchas las teorías que se han lanzado sobre los círculos de las cosechas, siendo las más recurrentes la de que se trata de comunicaciones emitidas por entes extraterrestres. Los naturalistas apoyan la tesis de que son mensajes que nos está emitiendo la Madre Tierra como queja al trato que le damos, mientras que los más lógicos afirman que se han formado por algún tipo de vibraciones de ultrasonidos o radiaciones emitidas por quizás algún tipo de experimento secreto.
La teoría más firme y conocida es la de Forgione que le da un punto de vista mucho más místico al decir que es la “irrupción inesperada de lo divino en nuestra realidad” y que nos encontramos ante un nuevo ciclo cósmico.
Círculos en Milk Hill
La formación más compleja y grande es la aparecida en el año 2001 en Milk Hill, pero son muchas las formaciones a las que se han encontrado semejanza con elementos mágicos o históricos, como el famoso sello mágico de Giordano Bruno.
5. El Hombre en la Luna ( ¿gran fraude? )
Era el 20 de julio de 1969. Aquel día, a las 22 horas y 56 minutos y 20 segundos, la nave espacial Eagle acababa de aterrizar en el Mar de la Tranquilidad, en la Luna. La llegada del hombre a la Luna se convirtió en un hito histórico en el avance científico del Mundo, tan importante que supuso toda una carrera espacial que mantuvo enfrentados a las dos grandes potencias mundiales de aquellos años: Estados Unidos y la Unión Soviética.
Y es precisamente esta carrera espacial el principal motivo que esgrimen los incrédulos para decir que aquel alunizaje, y todas las misiones espaciales Apolo fueron un completo fraude, el mayor del siglo XX. En aquel enfretamiento norteamericano-soviético, el primero en llegar a la Luna conseguiría un logro sin precedentes; supondría un severo golpe para el derrotado, quien perdería todo el sentido de las inversiones realizadas hasta ese momento en las misiones espaciales, y, desgraciadamente para la Nasa, los soviéticos les habían cogido la delantera. Además, el programa espacial Apolo había sufrido un severo varapalo dos años antes con el desastre del Apolo I.
Pero tal consistencia han tomado los rumores y las teorías de conspiración de los que piensan que no se llegó a pisar la Luna y que ésta permanece virgen, que la Nasa decidió gastar 15.000 dólares en demostrar que todo cuanto ocurrió en aquellos años fue verdadero. Y es que desde eminentes científicos, a profesores de Astronomía, escritores y fotógrafos se han lanzado a rebatir cuantas pruebas y fotos hay de aquella hazaña, e incluso la Fox emitió un programa de televisión en el que se cuestionaba cada una de las fotografías que mandaron desde el Apolo.
Y es precisamente esta carrera espacial el principal motivo que esgrimen los incrédulos para decir que aquel alunizaje, y todas las misiones espaciales Apolo fueron un completo fraude, el mayor del siglo XX. En aquel enfretamiento norteamericano-soviético, el primero en llegar a la Luna conseguiría un logro sin precedentes; supondría un severo golpe para el derrotado, quien perdería todo el sentido de las inversiones realizadas hasta ese momento en las misiones espaciales, y, desgraciadamente para la Nasa, los soviéticos les habían cogido la delantera. Además, el programa espacial Apolo había sufrido un severo varapalo dos años antes con el desastre del Apolo I.
Pero tal consistencia han tomado los rumores y las teorías de conspiración de los que piensan que no se llegó a pisar la Luna y que ésta permanece virgen, que la Nasa decidió gastar 15.000 dólares en demostrar que todo cuanto ocurrió en aquellos años fue verdadero. Y es que desde eminentes científicos, a profesores de Astronomía, escritores y fotógrafos se han lanzado a rebatir cuantas pruebas y fotos hay de aquella hazaña, e incluso la Fox emitió un programa de televisión en el que se cuestionaba cada una de las fotografías que mandaron desde el Apolo.
6. El peso del alma ( 21 gramos )
¿El alma pesa?…
Es una pregunta que aún a día de hoy no se ha obtenido una explicación o razonamiento muy claro.
Está comprobado científicamente que el cuerpo antes de morir pesa una cantidad y después de la muerte ha perdido 21 gr.
¿Pero se sabe a que corresponden esos 21 gramos que perdemos después de exhalar nuestro último aliento?
Según las investigaciones del Doctor Douglas MacDougall y su “teoría del peso del alma” que se remonta a 1927, toda persona pierde 21 gramos en el último minuto de su muerte, lo que según él, equivaldría al alma o espíritu que se ha desligado del cuerpo carnal de la persona. Su teoría fue basada en experimentos con personas moribundas que fueron pesadas minutos antes de morir y en todas habían perdido la misma cantidad, 21 grs.
El Doctor Douglas utilizaba para tal proceso una cama especial muy sensible a las variaciones de peso. Por cierto, dicho artefacto fue construido por él mismo. Este doctor colocó en ella a seis enfermos terminales, y sobre ella los iba observando y pesando durante los últimos momentos de su vida (antes, durante y después). Y el resultado obtenido fue el mismo en todos los casos, todos perdían 21 gramos justo antes de morir.
Incluso experimento con perros pero no obtuvo el mismo resultado de los 21 gramos. Según la teoría de varios filósofos griegos, solo los humanos poseemos alma, por la capacidad de soñar. Algo, por otra parte, también discutible.
Hay otros científicos que aseguran que esos 21 gramos se deben a que la persona, una vez que ha fallecido, ha exhalado todo el aire que tenia dentro (otros dicen que es a causa de la relajación de los esfínteres). Pero está totalmente descartada ésta teoría, ya que los gases no pesan tanto.
Y sí esto fuese cierto, ¿A dónde irá nuestra alma? ¿Existirá realmente la reencarnación?… Son tantas preguntas y tan pocas respuestas. Al final siempre nos quedaremos con esa gran duda… ¿Tenemos alma?
Es una pregunta que aún a día de hoy no se ha obtenido una explicación o razonamiento muy claro.
Está comprobado científicamente que el cuerpo antes de morir pesa una cantidad y después de la muerte ha perdido 21 gr.
¿Pero se sabe a que corresponden esos 21 gramos que perdemos después de exhalar nuestro último aliento?
Según las investigaciones del Doctor Douglas MacDougall y su “teoría del peso del alma” que se remonta a 1927, toda persona pierde 21 gramos en el último minuto de su muerte, lo que según él, equivaldría al alma o espíritu que se ha desligado del cuerpo carnal de la persona. Su teoría fue basada en experimentos con personas moribundas que fueron pesadas minutos antes de morir y en todas habían perdido la misma cantidad, 21 grs.
El Doctor Douglas utilizaba para tal proceso una cama especial muy sensible a las variaciones de peso. Por cierto, dicho artefacto fue construido por él mismo. Este doctor colocó en ella a seis enfermos terminales, y sobre ella los iba observando y pesando durante los últimos momentos de su vida (antes, durante y después). Y el resultado obtenido fue el mismo en todos los casos, todos perdían 21 gramos justo antes de morir.
Incluso experimento con perros pero no obtuvo el mismo resultado de los 21 gramos. Según la teoría de varios filósofos griegos, solo los humanos poseemos alma, por la capacidad de soñar. Algo, por otra parte, también discutible.
Hay otros científicos que aseguran que esos 21 gramos se deben a que la persona, una vez que ha fallecido, ha exhalado todo el aire que tenia dentro (otros dicen que es a causa de la relajación de los esfínteres). Pero está totalmente descartada ésta teoría, ya que los gases no pesan tanto.
Y sí esto fuese cierto, ¿A dónde irá nuestra alma? ¿Existirá realmente la reencarnación?… Son tantas preguntas y tan pocas respuestas. Al final siempre nos quedaremos con esa gran duda… ¿Tenemos alma?
7. La Búsqueda del Santo Grial
La búsqueda del Santo Grial es uno de esos mitos que perduran siglo tras siglo; una creencia entre mística y popular que se originó allá por el siglo XII y que no se ha abandonado hasta el día de hoy. Y como suele ocurrir en historias de este tipo, su leyenda se ha ido engrandeciendo con el tiempo y haciendo que cada vez se presente más difusa esa extraña barrera entre la ficción y la realidad.
¿Qué es realmente el Santo Grial?… La creencia popular siempre pensó que era el cáliz de Cristo, aquel que utilizó en la Última Cena, la copa con la que posteriormente José de Arimatea recogió la sangre del Hijo de Dios mientras estaba crucificado, y quizás por ello, se le atribuyen poderes misteriosos.
Con el paso de los siglos, aquella búsqueda de ese Sagrado Cáliz a la que se ha asociado a los Caballeros Templarios, e incluso hasta al Tercer Reich alemán, se ha convertido en algo más que la propia física de una copa de madera. De ese Santo Grial se ha teorizado conque podría tratarse incluso de la matriz de María Magdalena a la que determinados escritos (supuestamente escondidos por la Iglesia) asocian con la esposa de Jesús, con el que probablemente tuvo descedencia.
Y es a partir de esa teoría cuando se comienza a relacionar a la búsqueda del Santo Grial con la búsqueda de la descendencia de Cristo.
Un primer documento, del año 1010, menciona por primera vez en latín medieval, la palbra “gradales”, de la que derivó posteriormente “graal” (en francés), “grail” (en inglés) y “grial”, en España. Precisamente en nuestro país, por Grial se designaba en épocas medievales a ciertos recipientes en forma de copa de uso doméstico.
Una forma más, ésta, de relacionarlo con la búsqueda del Cáliz. Pero los que defienden la teoría de la descendencia, hacen hincapié que la derivación de aquel “gradal” inicial a “graal”, no fue correcta. No fue el “San Graal” lo que se trasladó, sino el “Sang Raal”, es decia, la Sangre Real. Puede que, según esta teoría, lo que se trasladara de Asia a Europa no fuera entonces una copa de madera, el Grial o cáliz de Cristo, sino la Sangre Real, el linaje y descendencia de Cristo.
Obviamente, un descubrimiento así podría suponer un auténtico terremoto para las creencias religiosas cristinas, y podría suponer daños irreparables para la Iglesia Católica. Quizás por ello se han asociado distintas facciones misteriosas que luchaban a lo largo de los siglos por defender ese sagrado cáliz y mantenerlo oculto y otros por lo contrario, sacar la Historia a la luz. Nombres como el del Priorato de Sion, o el de los Illuminati se han asociado con su búsqueda.
Sin embargo, hubo un hecho que reforzó la leyenda. Fue en un perdido pueblo francés, allá por el siglo XIX, de nombre Rennes-Le-Chateau. Desde el siglo XII diversos escritos comenzaron ya a hablar de la leyenda, relacionándola con el Rey Arturo y sus caballeros. Eran los años en que los Templarios dejaron atrás Jerusalén. Un siglo después, un poeta alemán, Wolfram von Eschenbach, dejó escrito que los templarios custodiaban y ocultaban aquel objeto sagrado. Investigaciones realizadas en pleno siglo XX sacaron a la luz teorías (que no pruebas) de que durante siglos hubo una conspiración eclesiástica apoyada por los reyes de Francia de aquella época para mantener oculto un terrible secreto. Aquellas teorías que se plasmaron en un polémico libro, El Enigma Sagrado (1982), y que concluía afirmando que la búsqueda del Santo Grial era la búsqueda de todo el linaje de David con el que se entroncaba el de Jesucristo, fueron las que sirvieron de base para el libro de Dan Brown, El Código da Vinci, el que finalmente le ha dado la fama necesaria a un caso que se mantuvo durante siglos, sino oculto, sí en las sombras.
Aquellas mismas investigaciones observaron que alrededor de Rennes-le-Chateau se había construido una triada de enclaves templarios, formando así una red de protección alrededor del pueblo. Eran los castillos de Champagne-sur-Aude, el de Blanche-fort y el de Saint Just et le Bézu. Y entonces fue cuando se recordó cierto hecho ocurrido en aquel pueblo perdido de Francia.
¿Qué es realmente el Santo Grial?… La creencia popular siempre pensó que era el cáliz de Cristo, aquel que utilizó en la Última Cena, la copa con la que posteriormente José de Arimatea recogió la sangre del Hijo de Dios mientras estaba crucificado, y quizás por ello, se le atribuyen poderes misteriosos.
Con el paso de los siglos, aquella búsqueda de ese Sagrado Cáliz a la que se ha asociado a los Caballeros Templarios, e incluso hasta al Tercer Reich alemán, se ha convertido en algo más que la propia física de una copa de madera. De ese Santo Grial se ha teorizado conque podría tratarse incluso de la matriz de María Magdalena a la que determinados escritos (supuestamente escondidos por la Iglesia) asocian con la esposa de Jesús, con el que probablemente tuvo descedencia.
Y es a partir de esa teoría cuando se comienza a relacionar a la búsqueda del Santo Grial con la búsqueda de la descendencia de Cristo.
Un primer documento, del año 1010, menciona por primera vez en latín medieval, la palbra “gradales”, de la que derivó posteriormente “graal” (en francés), “grail” (en inglés) y “grial”, en España. Precisamente en nuestro país, por Grial se designaba en épocas medievales a ciertos recipientes en forma de copa de uso doméstico.
Una forma más, ésta, de relacionarlo con la búsqueda del Cáliz. Pero los que defienden la teoría de la descendencia, hacen hincapié que la derivación de aquel “gradal” inicial a “graal”, no fue correcta. No fue el “San Graal” lo que se trasladó, sino el “Sang Raal”, es decia, la Sangre Real. Puede que, según esta teoría, lo que se trasladara de Asia a Europa no fuera entonces una copa de madera, el Grial o cáliz de Cristo, sino la Sangre Real, el linaje y descendencia de Cristo.
Obviamente, un descubrimiento así podría suponer un auténtico terremoto para las creencias religiosas cristinas, y podría suponer daños irreparables para la Iglesia Católica. Quizás por ello se han asociado distintas facciones misteriosas que luchaban a lo largo de los siglos por defender ese sagrado cáliz y mantenerlo oculto y otros por lo contrario, sacar la Historia a la luz. Nombres como el del Priorato de Sion, o el de los Illuminati se han asociado con su búsqueda.
Sin embargo, hubo un hecho que reforzó la leyenda. Fue en un perdido pueblo francés, allá por el siglo XIX, de nombre Rennes-Le-Chateau. Desde el siglo XII diversos escritos comenzaron ya a hablar de la leyenda, relacionándola con el Rey Arturo y sus caballeros. Eran los años en que los Templarios dejaron atrás Jerusalén. Un siglo después, un poeta alemán, Wolfram von Eschenbach, dejó escrito que los templarios custodiaban y ocultaban aquel objeto sagrado. Investigaciones realizadas en pleno siglo XX sacaron a la luz teorías (que no pruebas) de que durante siglos hubo una conspiración eclesiástica apoyada por los reyes de Francia de aquella época para mantener oculto un terrible secreto. Aquellas teorías que se plasmaron en un polémico libro, El Enigma Sagrado (1982), y que concluía afirmando que la búsqueda del Santo Grial era la búsqueda de todo el linaje de David con el que se entroncaba el de Jesucristo, fueron las que sirvieron de base para el libro de Dan Brown, El Código da Vinci, el que finalmente le ha dado la fama necesaria a un caso que se mantuvo durante siglos, sino oculto, sí en las sombras.
Aquellas mismas investigaciones observaron que alrededor de Rennes-le-Chateau se había construido una triada de enclaves templarios, formando así una red de protección alrededor del pueblo. Eran los castillos de Champagne-sur-Aude, el de Blanche-fort y el de Saint Just et le Bézu. Y entonces fue cuando se recordó cierto hecho ocurrido en aquel pueblo perdido de Francia.
8. La Sábana Santa de Turin
La Sábana Santa, como el Arca de la Alianza, o el Santo Grial, son objetos largamente estudiados y debatidos a lo largo de los tiempos. Su procedencia, su Historia, sus verdades y mentiras, han generado polémicas e intensos debates que se multiplican con cada nuevo dato que se obtiene de ellos. Pero mientras que en el caso de los dos últimos se habla de ellos sin saber exactamente cuánto hay de leyenda y cuánto de realidad en ellos, puesto que ni tan siquiera se conoce dónde se encuentran, en el caso de la Sábana Sánta, ésta existe y se encuentra perfectamente localizada en Turín.
La Sábana Santa es un lienzo de lino de unos 4 metros de longitud, con la silueta de un cuerpo impresa en ella, y que según la tradición cristiana, José de Arimatea usó como mortaja de Jesús. En este lienzo aparece una especie de negativo fotográfico de una persona de 1,82 metros que presenta múltiples heridas similares a las que según cuenta la Historia sufrió Jesucristo en su Pasión. Además, un análisis exhaustivo de la misma ha encontrado restos de pólen de plantas que existían en Palestina y que hoy día están extinguidas, las cuales se han podido constatar por restos encontrados en otros fósiles que presentaban el mismo pólen. La apasionante historia de la figura de Jesús, y el misterio creado en torno a él a lo largo de los siglos (sin querer entrar en las creencias cristianas acerca de su importancia), ha generado un estudio sin precedentes en la historia de la investigación científica que ha llevado a un estudio tan profundo de la Sábana Santa, que hasta se han analizado las manchas de sangre una a una.
Aquí intentaremos mencionar los hallazgos más importantes y la validez de los mismos, sin entrar en valoraciones éticas sobre los mismos:
- En primer lugar está la famosa prueba del Carbono-14 que ha llegado a datar la Sábana entre los siglos XIII y XIV, pero los mismos científicos están de acuerdo en que estas pruebas tienen un 5% de probabilidades de error, y que en el caso que estudiamos, esas probabilidades aumentan puesto que la Sábana Santa ha ido acumulando restos de polen, polvo, etc. a lo largo de los siglos, mayor en el caso de un lienzo de tal tamaño. Por otro lado, también admiten que en el incendio provocado hace años, hubo de mojarse la Sábana y que aquel agua que empañó el lienzo podría haber afectado al estudio del C-14 que fue hecho con posterioridad.
- Por otro lado el negativo impresionado en el lienzo parece ser producto de una radiación que produjo una imagen tridimensional que sólo se observa con aparatos especiales. La radiación ocasionó quemaduras que determinaban incluso la distancia existente entre el cuerpo y la sábana. Los que apoyan la tesis de que se trató del cuerpo de Cristo aducen en este sentido que el mismo Pedro dijo que cuando fue al sepulcro allí estaba la Sábana pero sin el cuerpo en su interior como si hubiera desaparecido instantáneamente.
- Las marcas contenidas en la Sábana Santa son las que tendría un crucificado. Por ejemplo, las marcas de una corona de espinas.
- En cuanto a si se corresponde con la imagen de Jesucristo, habría que mencionar las coincidencias entre el hombre del lienzo y Jesús.
- No era demasiado habitual que se golpeara tan brutalmente a los que luego se crucificaban. En este caso de estudio, el hombre del lienzo recibió más de 1.000 heridas producto de muchos latigazos, como cuentan que hicieron con Jesús.
- Se ha demostrado que a la persona de la Sábana también le dieron una lanzada en el costado después de muerto.
- El hombre de la Sábana no llegó a descomponerse en ningún momento, lo que coincidiría con la historia de Jesús.
- Casi todos los crucificados se enterraban en fosas comunes, pero en este caso, el hombre del lienzo, que también se ha demostrado, como queda dicho, que fue crucificado, fue amortajado con especias aromáticas, tal y como cuenta la Biblia respecto de Jesús.
- También era costumbre que a los crucificados se les partiera las piernas. En nuestro caso, ni se le hizo a Jesús ni tampoco al hombre de la Sábana Santa.
Se podrían comentar muchos más factores coincidentes con una y otra figura, y determinar si ambos son la misma persona o no. No hay ninguna prueba fehaciente de que realmente sea Jesús quien estuviera en la Sábana de Turín, sino simples hechos coincidentes que según las creencias de uno u otro podrían inclinarnos hacia la veracidad de santidad del lienzo. Pero lo que resulta innegable es la importancia científica de este objeto, pues independientemente de que sea o no, su estudio ya ha levantado un misterio que tiene unas implicaciones dogmáticas trascendentales para los cristianos creyentes de la Resurrección.
La Sábana Santa es un lienzo de lino de unos 4 metros de longitud, con la silueta de un cuerpo impresa en ella, y que según la tradición cristiana, José de Arimatea usó como mortaja de Jesús. En este lienzo aparece una especie de negativo fotográfico de una persona de 1,82 metros que presenta múltiples heridas similares a las que según cuenta la Historia sufrió Jesucristo en su Pasión. Además, un análisis exhaustivo de la misma ha encontrado restos de pólen de plantas que existían en Palestina y que hoy día están extinguidas, las cuales se han podido constatar por restos encontrados en otros fósiles que presentaban el mismo pólen. La apasionante historia de la figura de Jesús, y el misterio creado en torno a él a lo largo de los siglos (sin querer entrar en las creencias cristianas acerca de su importancia), ha generado un estudio sin precedentes en la historia de la investigación científica que ha llevado a un estudio tan profundo de la Sábana Santa, que hasta se han analizado las manchas de sangre una a una.
Aquí intentaremos mencionar los hallazgos más importantes y la validez de los mismos, sin entrar en valoraciones éticas sobre los mismos:
- En primer lugar está la famosa prueba del Carbono-14 que ha llegado a datar la Sábana entre los siglos XIII y XIV, pero los mismos científicos están de acuerdo en que estas pruebas tienen un 5% de probabilidades de error, y que en el caso que estudiamos, esas probabilidades aumentan puesto que la Sábana Santa ha ido acumulando restos de polen, polvo, etc. a lo largo de los siglos, mayor en el caso de un lienzo de tal tamaño. Por otro lado, también admiten que en el incendio provocado hace años, hubo de mojarse la Sábana y que aquel agua que empañó el lienzo podría haber afectado al estudio del C-14 que fue hecho con posterioridad.
- Por otro lado el negativo impresionado en el lienzo parece ser producto de una radiación que produjo una imagen tridimensional que sólo se observa con aparatos especiales. La radiación ocasionó quemaduras que determinaban incluso la distancia existente entre el cuerpo y la sábana. Los que apoyan la tesis de que se trató del cuerpo de Cristo aducen en este sentido que el mismo Pedro dijo que cuando fue al sepulcro allí estaba la Sábana pero sin el cuerpo en su interior como si hubiera desaparecido instantáneamente.
- Las marcas contenidas en la Sábana Santa son las que tendría un crucificado. Por ejemplo, las marcas de una corona de espinas.
- En cuanto a si se corresponde con la imagen de Jesucristo, habría que mencionar las coincidencias entre el hombre del lienzo y Jesús.
- No era demasiado habitual que se golpeara tan brutalmente a los que luego se crucificaban. En este caso de estudio, el hombre del lienzo recibió más de 1.000 heridas producto de muchos latigazos, como cuentan que hicieron con Jesús.
- Se ha demostrado que a la persona de la Sábana también le dieron una lanzada en el costado después de muerto.
- El hombre de la Sábana no llegó a descomponerse en ningún momento, lo que coincidiría con la historia de Jesús.
- Casi todos los crucificados se enterraban en fosas comunes, pero en este caso, el hombre del lienzo, que también se ha demostrado, como queda dicho, que fue crucificado, fue amortajado con especias aromáticas, tal y como cuenta la Biblia respecto de Jesús.
- También era costumbre que a los crucificados se les partiera las piernas. En nuestro caso, ni se le hizo a Jesús ni tampoco al hombre de la Sábana Santa.
Se podrían comentar muchos más factores coincidentes con una y otra figura, y determinar si ambos son la misma persona o no. No hay ninguna prueba fehaciente de que realmente sea Jesús quien estuviera en la Sábana de Turín, sino simples hechos coincidentes que según las creencias de uno u otro podrían inclinarnos hacia la veracidad de santidad del lienzo. Pero lo que resulta innegable es la importancia científica de este objeto, pues independientemente de que sea o no, su estudio ya ha levantado un misterio que tiene unas implicaciones dogmáticas trascendentales para los cristianos creyentes de la Resurrección.
9. El enigma de la señal WOW
La señal Wow! es el nombre, en círculos astronómicos, que se le dio a una emisión de radio que se sospecha podría tener un origen extraterrestre. Fue recibida el 15 de agosto de 1977, a las 23: 16 horas, por el radiotelescopio Big Ear.
Por aquél entonces un procesador IBM 1130 captaba las señales obtenidas por el telescopio y las convertía en caracteres alfanuméricos que correspondían a la intensidad de cada emisión. Naturalmente, cuando estaban escaneando, los radiotelescopios “escuchaban” interferencias (ruido), generalmente ecos de la explosión del Big Bang.
Y he aquí los sorprendente del caso, la emisión captada duró 72 segundos, tuvo una intensidad 30 veces mayor que el ruido circundante y se estipula venía de la zona oeste de la constelación de Sagitario. Lamentablemente no fue grabada pero sí registrada por el ordenador del observatorio en una sección de papel continuo.
El acontecimiento pasó desapercibido hasta que unos días más tarde el profesor Jerry R. Ehman de la Universidad de Ohio, que por aquél entonces trabajaba como voluntario en el proyecto SETI, descubrió la extraña señal. A causa de sorpresa y conmoción que le generó el hecho, el científico escribió en el papel continuo la exclamación WOW!, palabra con la que luego fue bautizada la emisión.
La secuencia extraterrestre registrada fue 6EQUJ5, sorprendentemente 30 veces más intensa que el ruido de fondo y de la cual actualmente todavía se está investigando el origen.
El telescopio Big Ear se mantenía fijo y hacía uso de la rotación terrestre para escudriñar el espacio, por ello es que sólo podía observar un punto determinado del cielo por tan sólo 72 segundos. Esta es la razón que fundamenta el origen extraterreno de la señal, ya que la misma duró exactamente 72 segundos, mostró un pico durante los primeros 36 y luego descendió gradualmente.
De igual modo existen otras hipótesis sobre el origen de la señal WOW! que vale la pena mencionar:
Algunos creen que un satélite artificial atravesó el espectro de escaneo del telescopio y por ello este captó sus emisiones, pero lo peculiar es que las transmisiones de la tierra no pueden hacer uso de la banda de 1,4GHz (franja donde fue emitida la señal) además la emisión generada sería mucho más breve a causa de la velocidad en la que se desplazan estos aparatos.
Otros consideran que el radiotelescopio pudo haber fallado durante un corto tiempo pero esta teoría fue refutada ya que no se volvió a repetir suceso semejante ni el aparato presentó problema alguno.
Están los que estipulan que el origen de la emisión fue un acontecimiento espacial terriblemente potente, pero también fue descartado ya que la explosión de un cuerpo celeste se emite en todas las frecuencias.
Como verán la única explicación posible que resta es la de que una civilización extraterrestre con un potente transmisor puedo ser la responsable de la señal WOW!. Pero… ¿ustedes que creen?
Por aquél entonces un procesador IBM 1130 captaba las señales obtenidas por el telescopio y las convertía en caracteres alfanuméricos que correspondían a la intensidad de cada emisión. Naturalmente, cuando estaban escaneando, los radiotelescopios “escuchaban” interferencias (ruido), generalmente ecos de la explosión del Big Bang.
Y he aquí los sorprendente del caso, la emisión captada duró 72 segundos, tuvo una intensidad 30 veces mayor que el ruido circundante y se estipula venía de la zona oeste de la constelación de Sagitario. Lamentablemente no fue grabada pero sí registrada por el ordenador del observatorio en una sección de papel continuo.
El acontecimiento pasó desapercibido hasta que unos días más tarde el profesor Jerry R. Ehman de la Universidad de Ohio, que por aquél entonces trabajaba como voluntario en el proyecto SETI, descubrió la extraña señal. A causa de sorpresa y conmoción que le generó el hecho, el científico escribió en el papel continuo la exclamación WOW!, palabra con la que luego fue bautizada la emisión.
La secuencia extraterrestre registrada fue 6EQUJ5, sorprendentemente 30 veces más intensa que el ruido de fondo y de la cual actualmente todavía se está investigando el origen.
El telescopio Big Ear se mantenía fijo y hacía uso de la rotación terrestre para escudriñar el espacio, por ello es que sólo podía observar un punto determinado del cielo por tan sólo 72 segundos. Esta es la razón que fundamenta el origen extraterreno de la señal, ya que la misma duró exactamente 72 segundos, mostró un pico durante los primeros 36 y luego descendió gradualmente.
De igual modo existen otras hipótesis sobre el origen de la señal WOW! que vale la pena mencionar:
Algunos creen que un satélite artificial atravesó el espectro de escaneo del telescopio y por ello este captó sus emisiones, pero lo peculiar es que las transmisiones de la tierra no pueden hacer uso de la banda de 1,4GHz (franja donde fue emitida la señal) además la emisión generada sería mucho más breve a causa de la velocidad en la que se desplazan estos aparatos.
Otros consideran que el radiotelescopio pudo haber fallado durante un corto tiempo pero esta teoría fue refutada ya que no se volvió a repetir suceso semejante ni el aparato presentó problema alguno.
Están los que estipulan que el origen de la emisión fue un acontecimiento espacial terriblemente potente, pero también fue descartado ya que la explosión de un cuerpo celeste se emite en todas las frecuencias.
Como verán la única explicación posible que resta es la de que una civilización extraterrestre con un potente transmisor puedo ser la responsable de la señal WOW!. Pero… ¿ustedes que creen?
10. Los Restos del Arca de Noé
La Biblia, en el libro del Génesis (capítulos 6 al 9) nos narra la extraordinaria historia del diluvio universal y el arca que fue construida para salvar la raza humana y preservar la creación. Pero, ¿tenemos vestigios de que realmente el arca existió?
Cuando Dios observó la violencia, la maldad y, en definitiva, los pecados del género humano, decidió borrarlo de la faz de la tierra, acabar con todo. Y lo haría provocando un gran diluvio cuyas aguas arrasarían la superficie del planeta. No obstante, reconoció a un hombre bueno, a un hombre justo: Noé. Él sería el elegido para preservar la dinastía del hombre.
El creador avisó a Noé de lo que iba a ocurrir, y le dio instrucciones detalladas de qué debía hacer para salvarse él, su esposa y también a sus hijos Sem, Cam y Jafet (así como sus respectivas mujeres). Su misión era construir un arca en la que, además de su familia, introduciría siete parejas de cada uno de los animales puros y una pareja de los impuros. Con suficiente alimento para todos.
Las indicaciones fueron precisas: Un barco con forma de casa y un tejado a dos aguas. Multitud de estancias. 300 codos de eslora, 50 codos de manga y 30 codos de puntal. Las medidas, aunque de todo punto insuficientes para la diversidad animal del planeta, sí son adecuadas para la navegabilidad y los rigores de las aguas bravas. Según las escrituras, llovió durante 40 días y 40 noches. Después, las aguas fueron descendiendo en su nivel, y el arca fue a asentarse sobre el monte Ararat.
El monte Ararat se halla en la actual Turquía, y tiene 5.165 metros. En 1959 un piloto aéreo turco tomó unas fotografías del monte, en las que parecía vislumbrarse los restos de un barco, algo que corroboraron expertos como el experto estadounidense en fotogrametría Brandenburger, posteriormente. Sus dimensiones coincidían, además, con las medidas del arca descritas en la Biblia.
También el explorador francés Ferdinand Navarra visitó el monte en varias ocasiones, en los años 50, llegando a encontrar un gran madero tallado, que debió pertenecer a una enorme estructura más compleja. Llevó los restos a Francia para ser estudiados.
Estas son algunas de las exploraciones que hicieron soñar al hombre moderno con la demostración fehaciente de las palabras del Génesis. Se han sucedido, a lo largo de los años, diversas expediciones, la mayoría de ellas fracasadas. En otras, no se obtuvieron resultados concluyentes.
No podemos todavía afirmar ni negar la realidad del arca. Es cierto que existe una anomalía en el monte Ararat, que todavía no ha podido ser demostrada, confirmada, ni desmentida. No obstante, si el descubrimiento de una milenaria arca de madera en dicho monte se produjese, lo que conseguiríamos no sería una respuesta a una pregunta sino, probablemente, cientos de preguntas sin respuesta.
Cuando Dios observó la violencia, la maldad y, en definitiva, los pecados del género humano, decidió borrarlo de la faz de la tierra, acabar con todo. Y lo haría provocando un gran diluvio cuyas aguas arrasarían la superficie del planeta. No obstante, reconoció a un hombre bueno, a un hombre justo: Noé. Él sería el elegido para preservar la dinastía del hombre.
El creador avisó a Noé de lo que iba a ocurrir, y le dio instrucciones detalladas de qué debía hacer para salvarse él, su esposa y también a sus hijos Sem, Cam y Jafet (así como sus respectivas mujeres). Su misión era construir un arca en la que, además de su familia, introduciría siete parejas de cada uno de los animales puros y una pareja de los impuros. Con suficiente alimento para todos.
Las indicaciones fueron precisas: Un barco con forma de casa y un tejado a dos aguas. Multitud de estancias. 300 codos de eslora, 50 codos de manga y 30 codos de puntal. Las medidas, aunque de todo punto insuficientes para la diversidad animal del planeta, sí son adecuadas para la navegabilidad y los rigores de las aguas bravas. Según las escrituras, llovió durante 40 días y 40 noches. Después, las aguas fueron descendiendo en su nivel, y el arca fue a asentarse sobre el monte Ararat.
El monte Ararat se halla en la actual Turquía, y tiene 5.165 metros. En 1959 un piloto aéreo turco tomó unas fotografías del monte, en las que parecía vislumbrarse los restos de un barco, algo que corroboraron expertos como el experto estadounidense en fotogrametría Brandenburger, posteriormente. Sus dimensiones coincidían, además, con las medidas del arca descritas en la Biblia.
También el explorador francés Ferdinand Navarra visitó el monte en varias ocasiones, en los años 50, llegando a encontrar un gran madero tallado, que debió pertenecer a una enorme estructura más compleja. Llevó los restos a Francia para ser estudiados.
Estas son algunas de las exploraciones que hicieron soñar al hombre moderno con la demostración fehaciente de las palabras del Génesis. Se han sucedido, a lo largo de los años, diversas expediciones, la mayoría de ellas fracasadas. En otras, no se obtuvieron resultados concluyentes.
No podemos todavía afirmar ni negar la realidad del arca. Es cierto que existe una anomalía en el monte Ararat, que todavía no ha podido ser demostrada, confirmada, ni desmentida. No obstante, si el descubrimiento de una milenaria arca de madera en dicho monte se produjese, lo que conseguiríamos no sería una respuesta a una pregunta sino, probablemente, cientos de preguntas sin respuesta.
11. La Maldición de Tutankamon
La idea de profanar una tumba y el cadáver enterrado en ella suscita los más terribles presagios de mala suerte y muertes. Es algo que subyace en nuestra conciencia social y que nos empuja a buscar explicaciones irracionales en sucesos que difícilmente pueden entenderse. Aquel 26 de noviembre de 1922 se desató la maldición más terrible conocida por el mundo: la maldición de Tutankamon. Aquel 26 de noviembre, a las puertas de la tumba se encontraron Howard Carter, su descubridor, Lord Carnarvon, su mecenas, lady Evelyn Herbert, hija de Carnarvon, Arthur Callender, su ayudante, y hasta 20 personas más, entre ayudantes, científicos y altas personalidades.
Cuando, tras quitar el sello, Carter asomó la cabeza, a su espalda, Lord Carnarvon le preguntó lo que veía…
… Carter, sin saber la terrible ola de muertes que se sucedería tras la apertura, dijo sereno:
"Cosas maravillosas"“, dijo Howard Carter, respondiendo a la pregunta de Lord Carnarvon por lo que veía en su interior. Y acto seguido acabó por romper el sello de la entrada y deslizándose cámara adentro buscó aquel fabuloso tesoro escondido entre las arenas y las piedras del Valle de los Reyes durante más de 3.000 años.
Nada más entrar pudo observar que la tumba ya había sido profanada anteriormente; sin embargo, extrañamente, los ladrones nada parecían haberse llevado. Tras aquella segunda puerta la luz de sus antorchas iluminaron el mayor tesoro que ningún arqueólogo pudiera imaginar antes: figuras de animales, estatuas, joyas, oro. El silencio se hizo aún más sepulcral; todos los invitados a la apertura quedaron absortos ante semejante belleza. Carter se dio cuenta inmediatamente de que había cambiado la Historia para siempre, que su descubrimiento había sido el más importante de toda la historia de la Egiptología hasta ese momento, y probablemente en muchos años más. Y aún les faltaba por visitar la cámara mortuoria.
La tumba tenía cuatro cámaras; en la tercera de ellas estaba la Sala del Tesoro en la que una colosal estatua de Anubis guardaba y protegía el cofre donde se guardaban los órganos de Tutankamón. La última era la cámara mortuoria, y al fin, Carter pudo constatar que los sellos estaban intactos. Las consecuencias fueron inmediatas: la momia aún estaba dentro, y, desde ese momento, los ojos del mundo se volvieron hacia aquella expedición a la que se seguía con una mezcla de expectación, emoción pero también temor.
Las primeras muertes no tardaron en llegar. Apenas siete semanas después de haber abierto la cámara mortuoria, lord Carnarvon, el mecenas de la expedición y mejor amigo de Howard Carter, murió por una neumonía. O al menos eso es lo que figura en su certificado de defunción, pues algunos científicos aseguran que fue por una septicemia, producto de una infección en una herida que se hizo y que desembocó en aquella neumonía fatal el 5 de abril de 1923.
En un país como Egipto, tan espiritual, donde el hogar eterno es el lugar donde moran los ka o almas de los muertos, aquello fue la primera señal de que una maldición se había lanzado sobre aquel descubrimiento. Máxime cuando, supuestamente, cuentan que aquel mismo día de abril de 1923, las luces de todo El Cairo se apagaron, y el fiel perro de Lord Carnarvon, a miles de kilómetros de distancia, en su Inglaterra natal, cayera muerto en aquel mismo instante en que su amo había muerto.
Sin embargo, aquella muerte no había sido la primera. Durante meses Howard Carter había estado excavando toda aquella zona en busca de una misteriosa tumba y de un desconocido faraón que podría estar enterrado por allí. Ansiaba encontrar a Tutankamón, pero hasta entonces la búsqueda había sido en vano. Dicen que cierto día Carter se presentó con un canario, y que cuando le preguntaron, aclaró que era para que le trajera suerte. A los pocos días de estar el canario en el campamento, sus ayudantes lo avisaron de que habían desenterrado lo que parecían unos escalones que bajaban a algún sitio. La habían encontrado. A fin de cuentas, parecía que aquel pájaro sí les había traído suerte. Pues bien, el mismo día en que Carter abrió la cámara mortuoria, una cobra, considerada el animal sagrado asociado a los faraones, atacó al canario y lo mató. Los trabajadores egipcios empezaron a murmurar que era el espíritu de Tutankamon encarnado en aquel animal.
Seis meses después de la muerte de Lord Carnarvon, falleció su hermano Aubrey tras ser operado, aparentemente sin importancia. Arthur Mace, el ayudante personal de Carter murió al poco de una pleuresía. En 1926 lo hizo el egiptólogo francés que había asistido a la apertura, Georges Bendi, al caerse en las escaleras visitando la tumba. Otro de los visitantes diplomático, un príncipe egipcio, murió tiroteado. Un compañero del francés, el egiptólogo egipcio James Breasted lo hizo de una infección; George J. Gould, norteamericano, se resfrió en la tumba y murió poco después. Richard Bethel, secretario personal de Carter, lo encontraron muerto de un infarto, y poco después, fue su padre, el que se suicidó tirándose por una ventana, y así hasta una veintena de extrañas muertes.
¿La maldición? ¿pura casualidad? ha habido tumbas en las que se han encontrado tablillas grabadas con una maldición, costumbre que tenían desde que estas tumbas eran saqueadas, como medio para ahuyentar a los ladrones. Sin embargo, Howard Carter siempre mantuvo que nunca encontraron una tablilla así.
Ha habido científicos que adujeron que todo se debió a la inhalación de gases, pero siempre se suelen tomar las medidas necesarias sabiendo que una tumba cerrada durante tantos años expulsa al exterior en su momento de la apertura infinidad de bacterias. Generalmente, suelen dejar la tumba abierta dos días, para que se airee, antes de entrar.
De todos modos, lo cierto es que no hay nada lógico que induzca a pensar que hay una maldición y el mejor ejemplo de ellos es Carter, el más implicado, a quien no ocurrió nada. Pero como decíamos en nuestro primer artículo sobre la maldición de Tutankamon, subyace en la mentalidad social que a quienes profanan una tumba, siempre debe sucederles algo.
Cuando, tras quitar el sello, Carter asomó la cabeza, a su espalda, Lord Carnarvon le preguntó lo que veía…
… Carter, sin saber la terrible ola de muertes que se sucedería tras la apertura, dijo sereno:
"Cosas maravillosas"“, dijo Howard Carter, respondiendo a la pregunta de Lord Carnarvon por lo que veía en su interior. Y acto seguido acabó por romper el sello de la entrada y deslizándose cámara adentro buscó aquel fabuloso tesoro escondido entre las arenas y las piedras del Valle de los Reyes durante más de 3.000 años.
Nada más entrar pudo observar que la tumba ya había sido profanada anteriormente; sin embargo, extrañamente, los ladrones nada parecían haberse llevado. Tras aquella segunda puerta la luz de sus antorchas iluminaron el mayor tesoro que ningún arqueólogo pudiera imaginar antes: figuras de animales, estatuas, joyas, oro. El silencio se hizo aún más sepulcral; todos los invitados a la apertura quedaron absortos ante semejante belleza. Carter se dio cuenta inmediatamente de que había cambiado la Historia para siempre, que su descubrimiento había sido el más importante de toda la historia de la Egiptología hasta ese momento, y probablemente en muchos años más. Y aún les faltaba por visitar la cámara mortuoria.
La tumba tenía cuatro cámaras; en la tercera de ellas estaba la Sala del Tesoro en la que una colosal estatua de Anubis guardaba y protegía el cofre donde se guardaban los órganos de Tutankamón. La última era la cámara mortuoria, y al fin, Carter pudo constatar que los sellos estaban intactos. Las consecuencias fueron inmediatas: la momia aún estaba dentro, y, desde ese momento, los ojos del mundo se volvieron hacia aquella expedición a la que se seguía con una mezcla de expectación, emoción pero también temor.
Las primeras muertes no tardaron en llegar. Apenas siete semanas después de haber abierto la cámara mortuoria, lord Carnarvon, el mecenas de la expedición y mejor amigo de Howard Carter, murió por una neumonía. O al menos eso es lo que figura en su certificado de defunción, pues algunos científicos aseguran que fue por una septicemia, producto de una infección en una herida que se hizo y que desembocó en aquella neumonía fatal el 5 de abril de 1923.
En un país como Egipto, tan espiritual, donde el hogar eterno es el lugar donde moran los ka o almas de los muertos, aquello fue la primera señal de que una maldición se había lanzado sobre aquel descubrimiento. Máxime cuando, supuestamente, cuentan que aquel mismo día de abril de 1923, las luces de todo El Cairo se apagaron, y el fiel perro de Lord Carnarvon, a miles de kilómetros de distancia, en su Inglaterra natal, cayera muerto en aquel mismo instante en que su amo había muerto.
Sin embargo, aquella muerte no había sido la primera. Durante meses Howard Carter había estado excavando toda aquella zona en busca de una misteriosa tumba y de un desconocido faraón que podría estar enterrado por allí. Ansiaba encontrar a Tutankamón, pero hasta entonces la búsqueda había sido en vano. Dicen que cierto día Carter se presentó con un canario, y que cuando le preguntaron, aclaró que era para que le trajera suerte. A los pocos días de estar el canario en el campamento, sus ayudantes lo avisaron de que habían desenterrado lo que parecían unos escalones que bajaban a algún sitio. La habían encontrado. A fin de cuentas, parecía que aquel pájaro sí les había traído suerte. Pues bien, el mismo día en que Carter abrió la cámara mortuoria, una cobra, considerada el animal sagrado asociado a los faraones, atacó al canario y lo mató. Los trabajadores egipcios empezaron a murmurar que era el espíritu de Tutankamon encarnado en aquel animal.
Seis meses después de la muerte de Lord Carnarvon, falleció su hermano Aubrey tras ser operado, aparentemente sin importancia. Arthur Mace, el ayudante personal de Carter murió al poco de una pleuresía. En 1926 lo hizo el egiptólogo francés que había asistido a la apertura, Georges Bendi, al caerse en las escaleras visitando la tumba. Otro de los visitantes diplomático, un príncipe egipcio, murió tiroteado. Un compañero del francés, el egiptólogo egipcio James Breasted lo hizo de una infección; George J. Gould, norteamericano, se resfrió en la tumba y murió poco después. Richard Bethel, secretario personal de Carter, lo encontraron muerto de un infarto, y poco después, fue su padre, el que se suicidó tirándose por una ventana, y así hasta una veintena de extrañas muertes.
¿La maldición? ¿pura casualidad? ha habido tumbas en las que se han encontrado tablillas grabadas con una maldición, costumbre que tenían desde que estas tumbas eran saqueadas, como medio para ahuyentar a los ladrones. Sin embargo, Howard Carter siempre mantuvo que nunca encontraron una tablilla así.
Ha habido científicos que adujeron que todo se debió a la inhalación de gases, pero siempre se suelen tomar las medidas necesarias sabiendo que una tumba cerrada durante tantos años expulsa al exterior en su momento de la apertura infinidad de bacterias. Generalmente, suelen dejar la tumba abierta dos días, para que se airee, antes de entrar.
De todos modos, lo cierto es que no hay nada lógico que induzca a pensar que hay una maldición y el mejor ejemplo de ellos es Carter, el más implicado, a quien no ocurrió nada. Pero como decíamos en nuestro primer artículo sobre la maldición de Tutankamon, subyace en la mentalidad social que a quienes profanan una tumba, siempre debe sucederles algo.
12. Monstruo del lago Ness
El monstruo del lago Ness, familiarmente llamado Nessie, es el nombre de una criatura legendaria que se dice habita en el lago Ness, un profundo lago de agua dulce (conocido en Escocia como Loch Ness) cerca de la ciudad de Inverness. Junto con Big Foot y el Yeti, Nessie es quizá el "misterio" más difundido de la criptozoología.
La mayoría de los científicos y otros expertos afirman que las pruebas que apoyan la existencia de Nessie no son convincentes, y consideran dichos informes fraudes o identificaciones erróneas de criaturas reales. Si es que existe, es posible fuera un antiguo reptil marino, aunque puede ser que ya se haya extinguido...Los rumores de un presunto gran animal o monstruo que mora en el lago han circulado durante siglos desde hace 1.500 años, aunque la precisión, credibilidad y veracidad de tales historias siempre se ha cuestionado. Muchos habitantes locales argumentan a favor de su existencia, sin embargo algunos escépticos sugieren que estos rumores de Nessie existen en su gran mayoría para favorecer a la industria del turismo y al folclore local.
La historia de los supuestos avistamientos y la creación del mito del Monstruo del lago Ness, sería la siguiente:
La más antigua referencia conocida sobre una misteriosa criatura presente en el río y lago Ness, sería el relato de la Vida de San Columba, donde se describe cómo en el año 565 San Columba habría salvado a alguien que supuestamente estaba siendo atacado por un monstruo en el río Ness. Sin embargo, muchos críticos han cuestionado la credibilidad de esta historia, pues existe otra historia con características fantásticas, donde se dice que Columba habría matado a un hombre salvaje tan sólo con el poder de su propia voz. Igualmente algunas personas han asociado como primeras referencias, a antiguas leyendas locales sobre unos míticos caballos acuáticos llamados kelpies; que se dicen habitarían en las profundidades de este lago. En ambas referencias se destaca que a estas criaturas no se les atribuyen las mismas características anatómicas que actualmente se les atribuye al Monstruo del lago Ness.
La primera descripción moderna sucedió en 1868. Un artículo publicado ese año en el Inverness Courier, es el primero en referirse sobre rumores acerca de la existencia de un "pez enorme u otra criatura" en la profundidad de las aguas. Luego de pasar muchos años; en 1930, el periódico El Northern Chronicle, publicó una noticia titulada "Una extraña experiencia en el lago Ness" en la que se detalla la historia de dos pescadores que se refieren a un animal que produjo un gran remolino cerca de Tore Point.
En 1932, K. MacDonald afirmó que había visto a una criatura similar a un cocodrilo remontando el río Ness.
El artículo definitivo sobre la teoría del monstruo del lago Ness, fue el avistamiento que habría tenido lugar el 2 de mayo de 1933. El periódico Inverness Courier publicó la noticia de una pareja local que dijo haber visto "un enorme animal rodando y hundiéndose en la superficie". El informe del "monstruo" (título elegido por el editor del Courier) se convirtió en una sensación entre los medios. Las editoriales de Londres comenzaron a enviar reporteros a Escocia, e incluso un circo ofrecía una recompensa de 20.000 libras esterlinas por la captura del monstruo.
Más tarde ese mismo año, A.H. Palmer, quien atestiguó un avistamiento de Nessie el 11 de agosto de 1933, a las 07:00 AM, describió a la criatura como teniendo su cabeza —a la que consideró como estando de frente— al ras del agua. Su boca, que tenía una anchura de entre doce y dieciocho pulgadas (30 a 45 centímetros), se abría y cerraba; la abertura máxima de su boca era estimada en cerca de seis pulgadas (15 centímetros). Hasta este momento los periódicos hablaban simplemente de un pez misterioso o extraña criatura, y no se referían a la criatura como un ser prehistórico. Siendo descrito por primera vez como un monstruo prehistórico, por una pareja de turistas (los Spicer), poco después del estreno de la mundialmente famosa película King Kong, que en esos años sumergió al público en una auténtica "monstruomanía" a través de todo el mundo.
La preocupación moderna por la criatura, ya conocida como un monstruo prehistórico del Lago Ness, fue despertada por la fotografía presuntamente tomada por el cirujano R.K. Wilson el 19 de abril de 1934, que parecía mostrar a una enorme criatura de cuello largo que se deslizaba a través del agua. Décadas más tarde, el 12 de marzo de 1994, Marmaduke Wetherell afirmó haber falsificado la fotografía tras ser empleado por el periódico Daily Mail para encontrar a Nessie; indicando también que Wilson no habría tomado la foto, y que su nombre fue utilizado solamente para darle más credibilidad a la misma. Sin embargo y a pesar de la confesión, esta foto ya había sido difundida por todo el mundo como una "evidencia absoluta"; lo cual colocó definitivamente en la cultura popular, la leyenda del Monstruo del lago Ness de Escocia.
La mayoría de los científicos y otros expertos afirman que las pruebas que apoyan la existencia de Nessie no son convincentes, y consideran dichos informes fraudes o identificaciones erróneas de criaturas reales. Si es que existe, es posible fuera un antiguo reptil marino, aunque puede ser que ya se haya extinguido...Los rumores de un presunto gran animal o monstruo que mora en el lago han circulado durante siglos desde hace 1.500 años, aunque la precisión, credibilidad y veracidad de tales historias siempre se ha cuestionado. Muchos habitantes locales argumentan a favor de su existencia, sin embargo algunos escépticos sugieren que estos rumores de Nessie existen en su gran mayoría para favorecer a la industria del turismo y al folclore local.
La historia de los supuestos avistamientos y la creación del mito del Monstruo del lago Ness, sería la siguiente:
La más antigua referencia conocida sobre una misteriosa criatura presente en el río y lago Ness, sería el relato de la Vida de San Columba, donde se describe cómo en el año 565 San Columba habría salvado a alguien que supuestamente estaba siendo atacado por un monstruo en el río Ness. Sin embargo, muchos críticos han cuestionado la credibilidad de esta historia, pues existe otra historia con características fantásticas, donde se dice que Columba habría matado a un hombre salvaje tan sólo con el poder de su propia voz. Igualmente algunas personas han asociado como primeras referencias, a antiguas leyendas locales sobre unos míticos caballos acuáticos llamados kelpies; que se dicen habitarían en las profundidades de este lago. En ambas referencias se destaca que a estas criaturas no se les atribuyen las mismas características anatómicas que actualmente se les atribuye al Monstruo del lago Ness.
La primera descripción moderna sucedió en 1868. Un artículo publicado ese año en el Inverness Courier, es el primero en referirse sobre rumores acerca de la existencia de un "pez enorme u otra criatura" en la profundidad de las aguas. Luego de pasar muchos años; en 1930, el periódico El Northern Chronicle, publicó una noticia titulada "Una extraña experiencia en el lago Ness" en la que se detalla la historia de dos pescadores que se refieren a un animal que produjo un gran remolino cerca de Tore Point.
En 1932, K. MacDonald afirmó que había visto a una criatura similar a un cocodrilo remontando el río Ness.
El artículo definitivo sobre la teoría del monstruo del lago Ness, fue el avistamiento que habría tenido lugar el 2 de mayo de 1933. El periódico Inverness Courier publicó la noticia de una pareja local que dijo haber visto "un enorme animal rodando y hundiéndose en la superficie". El informe del "monstruo" (título elegido por el editor del Courier) se convirtió en una sensación entre los medios. Las editoriales de Londres comenzaron a enviar reporteros a Escocia, e incluso un circo ofrecía una recompensa de 20.000 libras esterlinas por la captura del monstruo.
Más tarde ese mismo año, A.H. Palmer, quien atestiguó un avistamiento de Nessie el 11 de agosto de 1933, a las 07:00 AM, describió a la criatura como teniendo su cabeza —a la que consideró como estando de frente— al ras del agua. Su boca, que tenía una anchura de entre doce y dieciocho pulgadas (30 a 45 centímetros), se abría y cerraba; la abertura máxima de su boca era estimada en cerca de seis pulgadas (15 centímetros). Hasta este momento los periódicos hablaban simplemente de un pez misterioso o extraña criatura, y no se referían a la criatura como un ser prehistórico. Siendo descrito por primera vez como un monstruo prehistórico, por una pareja de turistas (los Spicer), poco después del estreno de la mundialmente famosa película King Kong, que en esos años sumergió al público en una auténtica "monstruomanía" a través de todo el mundo.
La preocupación moderna por la criatura, ya conocida como un monstruo prehistórico del Lago Ness, fue despertada por la fotografía presuntamente tomada por el cirujano R.K. Wilson el 19 de abril de 1934, que parecía mostrar a una enorme criatura de cuello largo que se deslizaba a través del agua. Décadas más tarde, el 12 de marzo de 1994, Marmaduke Wetherell afirmó haber falsificado la fotografía tras ser empleado por el periódico Daily Mail para encontrar a Nessie; indicando también que Wilson no habría tomado la foto, y que su nombre fue utilizado solamente para darle más credibilidad a la misma. Sin embargo y a pesar de la confesión, esta foto ya había sido difundida por todo el mundo como una "evidencia absoluta"; lo cual colocó definitivamente en la cultura popular, la leyenda del Monstruo del lago Ness de Escocia.
13. El asesinato de Robert Kennedy y de nuevo las sospechas de complot
Hay tres asesinatos en Estados Unidos que constituyen todo un misterio al que muchos les gustaría encontrar respuesta: el asesinato de John Fitzgerald Kennedy, el de Martin Luther King, y el de Robert Kennedy. En los tres casos las resoluciones que se adoptaron en poco concuerdan con las muchas pruebas que en cada uno se encontraron; balas mágicas que no se saben de dónde han sido disparados; posbiles sospechosos que fueron vistos en los lugares de los crimenes pero que nunca se han encontrado; implicaciones políticas, complots…
El senador Robert Kennedy había sucedido a su hermano como gran candidato para el pueblo estaodunidense a la presidencia de EE.UU. Su caracter firme, su inteligencia, su constancia, la consecuencia con sus ideas le habían dado ese grado de apoyo y confianza que el pueblo norteamericano había depositado pocos años atrás en su hermano John F. Kennedy. Y así, el que fuera mano derecha de JFK poco a poco convertiría su carrera política en un ascenso meteórico hacia el sillón presidencial.
Un viernes, 5 de Junio del año 1968, Robert Kennedy se encontraba en el hotel Ambassador de Los Angeles buscando apoyos para su campaña presidencial. De ese modo agradecía la confianza a todos aquéllos que le habían votado en las primarias de California, en las que había arrasado poco tiempo atrá. Quedaban apenas 5 meses para saber quien sería el próximo presidente de los Estados Unidos, y él era el gran candidato para ganar.
Al acabar la reunión, la gran cantidad de público que lo esperaba a la salida hizo que decidieran sacarlo por otro lado, por lo que se dirigieron a las cocinas del hotel. Fue allí donde encontró la muerte. Tres disparos a quemarropa del palestino Sirhan Bishara Sirhan acabaron con su vida después de una larga agonía de 24 horas. Nunca se sabrá como consiguió entrar en las cocinas el asesino, ni como supop de aquel repentino cambio de planes, pero las sospechas se dispararon en todas direcciones.
Robert Kennedy sufrió tres impactos de bala: en la cabeza, en la axila y en la base del cuello, pero en total se realizaron diez disparos. De hecho, aparte de Robert, hubo cinco heridos más, uno de ellos con dos tiros. En total, diez balas, y, sin embargo, la pistola de Sirhan sólo tenía un cargador de ocho balas. Eso hizo presuponer que, supuestamente, había dos armas, y por tanto, dos asesinos. Pero aquella línea de investigación no se continuó. Hubo paneles de la cocina en las que se incrustaron las balas, y cristales rotos que se perdieron como pruebas.
El propio Sirhan, cuando fue interrogado por un psicólogo, no recordaba nada de lo ocurrido, y sólo acertaba a escribir: “Matar a Kennedy, matar a Kennedy…”, varias veces, como si fuera una reacción autómata. Los amantes de las teorías conspirativas empezaron a indicar que Sirhan estaba “programado”, teoría que aún se reforzó cuando se supo que dos años atrás Sirhan había tenido un accidente por el que fue internado en un hospital, y que cuando salió de él, todos sus conocidos decían que estaba totalmente cambiado… Y las sospechas, como ocurriera con su hermano John Fitzgerald, volvieron a apuntar hacia la CIA.
De nuevo, los presentes hablaron de otros dos personajes desconocidos que estaban en la escena del crimen, de un hombre rubio y de una mujer con un vestido de lunares. Varios testigos coincidieron en ese punto, pero tampoco se encontraron a estos dos sospechosos.
Una cuarta bala se quedó en el abrigo de Robert sin llegar a impactarle, pero era imposible que un tiro directo no le atravesara. Por otro lado, el disparo de la cabeza se demostró que había sido hecho a quemarropa, a escasa distancia, y sin embargo, Sirhan, se encontraba a más de un metro en el momento de disparar…
Muchas pruebas contradictorias; otras muchas perdidas; muchas líneas de investigación abandonadas; muchos errores en el seguimiento del asesinato… y muchos intereses particulares y poíticos, pues como su hermano, Robert seguía en la lucha contra la mafia, en su enfrentamiento a los soviéticos y a Cuba… los mismos motivos que parecieron tener para sospechar que la muerte de JFK fue un complot, se volvían a dar con Robert.
Pero como ocurrió con Lee Harvey Osvald, en este caso, tan sólo Sirhan Sirhan fue acusado del magnicidio. Hoy día, cumple cadena perpetua, pero aún así, él sigue declarándose inocente del crimen…
El senador Robert Kennedy había sucedido a su hermano como gran candidato para el pueblo estaodunidense a la presidencia de EE.UU. Su caracter firme, su inteligencia, su constancia, la consecuencia con sus ideas le habían dado ese grado de apoyo y confianza que el pueblo norteamericano había depositado pocos años atrás en su hermano John F. Kennedy. Y así, el que fuera mano derecha de JFK poco a poco convertiría su carrera política en un ascenso meteórico hacia el sillón presidencial.
Un viernes, 5 de Junio del año 1968, Robert Kennedy se encontraba en el hotel Ambassador de Los Angeles buscando apoyos para su campaña presidencial. De ese modo agradecía la confianza a todos aquéllos que le habían votado en las primarias de California, en las que había arrasado poco tiempo atrá. Quedaban apenas 5 meses para saber quien sería el próximo presidente de los Estados Unidos, y él era el gran candidato para ganar.
Al acabar la reunión, la gran cantidad de público que lo esperaba a la salida hizo que decidieran sacarlo por otro lado, por lo que se dirigieron a las cocinas del hotel. Fue allí donde encontró la muerte. Tres disparos a quemarropa del palestino Sirhan Bishara Sirhan acabaron con su vida después de una larga agonía de 24 horas. Nunca se sabrá como consiguió entrar en las cocinas el asesino, ni como supop de aquel repentino cambio de planes, pero las sospechas se dispararon en todas direcciones.
Robert Kennedy sufrió tres impactos de bala: en la cabeza, en la axila y en la base del cuello, pero en total se realizaron diez disparos. De hecho, aparte de Robert, hubo cinco heridos más, uno de ellos con dos tiros. En total, diez balas, y, sin embargo, la pistola de Sirhan sólo tenía un cargador de ocho balas. Eso hizo presuponer que, supuestamente, había dos armas, y por tanto, dos asesinos. Pero aquella línea de investigación no se continuó. Hubo paneles de la cocina en las que se incrustaron las balas, y cristales rotos que se perdieron como pruebas.
El propio Sirhan, cuando fue interrogado por un psicólogo, no recordaba nada de lo ocurrido, y sólo acertaba a escribir: “Matar a Kennedy, matar a Kennedy…”, varias veces, como si fuera una reacción autómata. Los amantes de las teorías conspirativas empezaron a indicar que Sirhan estaba “programado”, teoría que aún se reforzó cuando se supo que dos años atrás Sirhan había tenido un accidente por el que fue internado en un hospital, y que cuando salió de él, todos sus conocidos decían que estaba totalmente cambiado… Y las sospechas, como ocurriera con su hermano John Fitzgerald, volvieron a apuntar hacia la CIA.
De nuevo, los presentes hablaron de otros dos personajes desconocidos que estaban en la escena del crimen, de un hombre rubio y de una mujer con un vestido de lunares. Varios testigos coincidieron en ese punto, pero tampoco se encontraron a estos dos sospechosos.
Una cuarta bala se quedó en el abrigo de Robert sin llegar a impactarle, pero era imposible que un tiro directo no le atravesara. Por otro lado, el disparo de la cabeza se demostró que había sido hecho a quemarropa, a escasa distancia, y sin embargo, Sirhan, se encontraba a más de un metro en el momento de disparar…
Muchas pruebas contradictorias; otras muchas perdidas; muchas líneas de investigación abandonadas; muchos errores en el seguimiento del asesinato… y muchos intereses particulares y poíticos, pues como su hermano, Robert seguía en la lucha contra la mafia, en su enfrentamiento a los soviéticos y a Cuba… los mismos motivos que parecieron tener para sospechar que la muerte de JFK fue un complot, se volvían a dar con Robert.
Pero como ocurrió con Lee Harvey Osvald, en este caso, tan sólo Sirhan Sirhan fue acusado del magnicidio. Hoy día, cumple cadena perpetua, pero aún así, él sigue declarándose inocente del crimen…
14. El Misterio de las Líneas de Nazca
Mucho se ha dicho sobre las extrañas líneas de Nazca, desde que son un espejo de diversas constelaciones astronómicas hasta que son pistas de aterrizaje para las naves de seres provenientes de otras galaxias. No obstante, hasta el momento, y si bien es cierto se ha logrado conocer cómo las hicieron, el por qué de estas líneas continúan siendo un desconcertante misterio...Sin embargo, y debido a que aún los arqueólogos no pueden dar una respuesta clara sobre el verdadero fin de estas líneas, las diversas hipótesis sobre los orígenes y fines de estas líneas son aún un verdadero misterio.
Preguntas como: ¿Pudieron los hombres pre-incaicos de esta cultura peruana tener la tecnología suficiente para realizar tan entroncadas líneas?, ¿cómo pudieron ellos tener noción de las formas y distancias si estas líneas sólo pueden ser contempladas en su verdadera dimensión a varios pies de altura? O ¿por qué dieron tanta dedicación y esfuerzo en hacer las figuras? Continúan siendo materia de investigación de diversos científicos, arqueólogos y especialistas, sin hallar aún, una clara y definitiva respuesta.
Preguntas como: ¿Pudieron los hombres pre-incaicos de esta cultura peruana tener la tecnología suficiente para realizar tan entroncadas líneas?, ¿cómo pudieron ellos tener noción de las formas y distancias si estas líneas sólo pueden ser contempladas en su verdadera dimensión a varios pies de altura? O ¿por qué dieron tanta dedicación y esfuerzo en hacer las figuras? Continúan siendo materia de investigación de diversos científicos, arqueólogos y especialistas, sin hallar aún, una clara y definitiva respuesta.
15. Cnossos ( los misterios de la civilización minoica )
Centro de la civilización minoica de Creta, entre los años 2000 y 1450 a.C., Cnossos es el lugar donde según la leyenda estuvo el legendario laberinto del Minotauro.
Los conocimientos que tenemos de esta civilización minoica son escasos porque aún no se han podido descifrar los escritos que dejaron aquellos habitantes de Creta. Solamente se puede suponer que llegaron procedentes de Asia Menor hacia el año 7.000 a.C.
Pero los enigmas de esta civilización no se quedan en su origen, sino que alcanzan a diversos aspectos de su sociedad. Así, sabemos que se trataba de una sociedad que vivió en torno a enormes palacios, bellísimos y de una riqueza extraordinaria, desde los que se administraban el gobierno de la ciudad. Sin embargo, estas ciudades que tantas riquezas acumulaba, no estaban fortificadas. ¿Por qué?. De todos éstos enormes palacios, el de Cnossos es el más conocido por encerrar entre sus paredes la leyenda del laberinto del Minotauro, y la historia de cómo Teseo lo derrotó gracias al hilo de Ariadna.
El palacio de Cnossos era un complejo que se disponía alrededor de un gran patio central. En el ala oriental estaban los aposentos, mientras que los almacenes en los que se acumulaban las riquezas se situaban en el ala contraria. En ese mismo lado se encontraban, además, los salones oficiales y la sala donde se celebraban las ceremonias públicas.
Este gran palacio fue construido sobre la ladera de la colina donde vivió el rey Minos. Y aquí es donde comienza la segunda incógnita, pues al no poder descifrar los textos, ni tan siquiera puede saberse cuál fue su auténtico nombre. Es en referencia al legendario rey Minos, cuando Arthur Evans acuñó el término de “civilización minoica”.
Un nuevo misterio surge con muchas de las pinturas que se han encontrado en los yacimientos arqueológicos y que revelan unas prácticas, cuando menos, intrigantes, como es el caso de “saltar el toro“. Podían ser prácticas directamente entroncadas con la religión minoica en la que se idolatraban a las divinidades femeninas. Entre las pinturas y restos cerámicos encontrados, había referencias a animales, flores y frutas. Ésto revelaba su amor a la Naturaleza. Pero junto a éstos dibujos, también se encontraron en los sótanos restos de niños cortados con cuchillos. Se ha pensado tanto en sacrificios humanos, como en asesinatos, como en actos de canibalismo.
Y, por último, el mayor misterio reside en la desaparición de esta civilización, bien por desastres naturales, por alguna invasión o bien por una crisis interna.
La tesis más apoyada es la del terremoto, según la cual, Creta, un lugar propicio para este tipo de desastres naturales, había sufrido ya varios de ellos poco antes de la desaparición de esta civilización. El definitivo fue el 1450 a.C. cuando se produjo la erupción volcánica de la Isla de Tera, producto de uno de esos terremotos. Cnossos quedó cubierto de cenizas, como ocurrió con Pompeya, y los restos de la erupción llegaron incluso hasta Creta. Sin embargo, se ha deducido que la población tuvo tiempo de escapar y que aprovechando su debilidad fue Micenas, un gigante belicoso cercano quien terminó con ellos.
Cnossos es uno de los misterios sin resolver que tiene la Historia del Mundo. Leyendas, mitología, misterio… todo bajo un mismo nombre: Cnossos.
Los conocimientos que tenemos de esta civilización minoica son escasos porque aún no se han podido descifrar los escritos que dejaron aquellos habitantes de Creta. Solamente se puede suponer que llegaron procedentes de Asia Menor hacia el año 7.000 a.C.
Pero los enigmas de esta civilización no se quedan en su origen, sino que alcanzan a diversos aspectos de su sociedad. Así, sabemos que se trataba de una sociedad que vivió en torno a enormes palacios, bellísimos y de una riqueza extraordinaria, desde los que se administraban el gobierno de la ciudad. Sin embargo, estas ciudades que tantas riquezas acumulaba, no estaban fortificadas. ¿Por qué?. De todos éstos enormes palacios, el de Cnossos es el más conocido por encerrar entre sus paredes la leyenda del laberinto del Minotauro, y la historia de cómo Teseo lo derrotó gracias al hilo de Ariadna.
El palacio de Cnossos era un complejo que se disponía alrededor de un gran patio central. En el ala oriental estaban los aposentos, mientras que los almacenes en los que se acumulaban las riquezas se situaban en el ala contraria. En ese mismo lado se encontraban, además, los salones oficiales y la sala donde se celebraban las ceremonias públicas.
Este gran palacio fue construido sobre la ladera de la colina donde vivió el rey Minos. Y aquí es donde comienza la segunda incógnita, pues al no poder descifrar los textos, ni tan siquiera puede saberse cuál fue su auténtico nombre. Es en referencia al legendario rey Minos, cuando Arthur Evans acuñó el término de “civilización minoica”.
Un nuevo misterio surge con muchas de las pinturas que se han encontrado en los yacimientos arqueológicos y que revelan unas prácticas, cuando menos, intrigantes, como es el caso de “saltar el toro“. Podían ser prácticas directamente entroncadas con la religión minoica en la que se idolatraban a las divinidades femeninas. Entre las pinturas y restos cerámicos encontrados, había referencias a animales, flores y frutas. Ésto revelaba su amor a la Naturaleza. Pero junto a éstos dibujos, también se encontraron en los sótanos restos de niños cortados con cuchillos. Se ha pensado tanto en sacrificios humanos, como en asesinatos, como en actos de canibalismo.
Y, por último, el mayor misterio reside en la desaparición de esta civilización, bien por desastres naturales, por alguna invasión o bien por una crisis interna.
La tesis más apoyada es la del terremoto, según la cual, Creta, un lugar propicio para este tipo de desastres naturales, había sufrido ya varios de ellos poco antes de la desaparición de esta civilización. El definitivo fue el 1450 a.C. cuando se produjo la erupción volcánica de la Isla de Tera, producto de uno de esos terremotos. Cnossos quedó cubierto de cenizas, como ocurrió con Pompeya, y los restos de la erupción llegaron incluso hasta Creta. Sin embargo, se ha deducido que la población tuvo tiempo de escapar y que aprovechando su debilidad fue Micenas, un gigante belicoso cercano quien terminó con ellos.
Cnossos es uno de los misterios sin resolver que tiene la Historia del Mundo. Leyendas, mitología, misterio… todo bajo un mismo nombre: Cnossos.
16. Los Abismos del Barranco de Badajoz
En el Barranco de Badajoz (Güímar, Tenerife) el omnipresente silencio y la belleza del paraje son testigos mudos de los secretos milenarios que éste encierra. En su interior alberga, además, recónditas galerías de agua donde antaño trabajaban los lugareños en busca del preciado oro líquido. Sin motivo aparente, estos mineros abandonaron sus herramientas de trabajo, sus hogares y, sin echar la vista atrás, huyeron del lugar. ¿Por qué? ¿Cuál fue el hecho que los ahuyentó de su trabajo, el único medio que tenían para subsistir?
Muchos son los afamados investigadores que han intentado resolver el misterio de la pavorosa espantada. Los sabios del lugar, los mayores, dicen que a principios de siglo (1912), dos mineros que se afanaban infructuosamente en encontrar una galería viable, derrumbaron una pared donde se toparon de frente con dos maravillosos seres de luz. Reza la leyenda, la profana, que éstos les invitaron a acompañarles y les indicaron el lugar idóneo para cavar. Otra versión, contrariamente, afirma que un pavor se apoderó de ellos y escaparon en búsqueda de la Guardia Civil. No hay documentos que corroboren esta última, pero la realidad es que, desde la huida, nadie habita en el barranco. Nadie se atreve.
Las galerías de agua quedaron desiertas, abocadas al olvido. Empero su soledad no impidió que germinaran, como la más espesa neblina, más leyendas acerca del sobrecogedor paisaje. Comparten protagonismo con los seres de luz unas esferas de luz blanca que se apoderan del frío de la noche; una gélida temperatura que, a su antojo, se vuelve agradable, cálida, como una breve caricia en el devenir de las horas. Eso es lo que dicen muchos aventureros que, a pesar de haber sido alertados por los güimareros, se adentraron en los precipicios de lo desconocido.
En el llamado también “puerta a otra dimensión”, presenciaron hechos que se escapan a la imaginación: seres alados que, curiosos, se acercaban a darles una bienvenida. Prueba de ello, es la fotografía tomada por Teyo Bermejo (expedición en 1991), que sin saber bien a qué o quién disparaba su cámara, captó una instantánea del espeluznante ser. Años más tarde, osó en volver al barranco para conseguir más imágenes: esta vez, los insignes retratados fueron las esferas de luz blanca que danzaban, despreocupadas, entre la vegetación.
Con el miedo en el cuerpo, aquellos que se han atrevido a pasar una noche en sus entrañas, la mayoría escépticos, al día siguiente confirmaron que no pasaron la velada solos: escucharon murmullos de hombres y mujeres que, a modo de indescifrables conversaciones, brotaban de las entrañas de la tierra, acompañados por un continuo caer de piedras. Pocos son, muy pocos, los que se atreven a regresar al Barranco de Badajoz, abismo de misterios.
Muchos son los afamados investigadores que han intentado resolver el misterio de la pavorosa espantada. Los sabios del lugar, los mayores, dicen que a principios de siglo (1912), dos mineros que se afanaban infructuosamente en encontrar una galería viable, derrumbaron una pared donde se toparon de frente con dos maravillosos seres de luz. Reza la leyenda, la profana, que éstos les invitaron a acompañarles y les indicaron el lugar idóneo para cavar. Otra versión, contrariamente, afirma que un pavor se apoderó de ellos y escaparon en búsqueda de la Guardia Civil. No hay documentos que corroboren esta última, pero la realidad es que, desde la huida, nadie habita en el barranco. Nadie se atreve.
Las galerías de agua quedaron desiertas, abocadas al olvido. Empero su soledad no impidió que germinaran, como la más espesa neblina, más leyendas acerca del sobrecogedor paisaje. Comparten protagonismo con los seres de luz unas esferas de luz blanca que se apoderan del frío de la noche; una gélida temperatura que, a su antojo, se vuelve agradable, cálida, como una breve caricia en el devenir de las horas. Eso es lo que dicen muchos aventureros que, a pesar de haber sido alertados por los güimareros, se adentraron en los precipicios de lo desconocido.
En el llamado también “puerta a otra dimensión”, presenciaron hechos que se escapan a la imaginación: seres alados que, curiosos, se acercaban a darles una bienvenida. Prueba de ello, es la fotografía tomada por Teyo Bermejo (expedición en 1991), que sin saber bien a qué o quién disparaba su cámara, captó una instantánea del espeluznante ser. Años más tarde, osó en volver al barranco para conseguir más imágenes: esta vez, los insignes retratados fueron las esferas de luz blanca que danzaban, despreocupadas, entre la vegetación.
Con el miedo en el cuerpo, aquellos que se han atrevido a pasar una noche en sus entrañas, la mayoría escépticos, al día siguiente confirmaron que no pasaron la velada solos: escucharon murmullos de hombres y mujeres que, a modo de indescifrables conversaciones, brotaban de las entrañas de la tierra, acompañados por un continuo caer de piedras. Pocos son, muy pocos, los que se atreven a regresar al Barranco de Badajoz, abismo de misterios.
17. Shangri-La, Shamballa o los paraisos perdidos
No hace mucho hablamos de la Atlántida como de ese reino mítico que todos han buscado a lo largo de los siglos; una civilización superior social y tecnológicamente. Planteábamos el nacimiento de ese mito en la necesidad que todas las sociedades tienen de creer en sociedades perfectas, en encontrar lugares mágicos donde no ha problemas y donde todo está avanzado de acuerdo a sus creencias.
En Asia también hay un paraíso similar aunque de connotaciones diferentes; un lugar donde impera la paz espiritual, un paraíso perdido donde según los mitos budistas viven almas inmortales armónicamente con la Naturaleza. Es la fuente de la sabiduría eterna a la que en la religión budista llaman Shamballa o Shambhala, los hindúes Kalapa, a la que la cultura milenaria de China conoce sitúa en los montes del Kun Lun, y en Rusia Bielovodye, la Tierra de las Aguas Blancas.
Sin embargo, en Occidente el nombre por el que se ha hecho más conocido es el de Shangri-La, nombre que le dio James Hilton en su novela Horizontes Perdidos.
En esta novela Hilton construyó un mundo perfecto al que acudían hombres de gran sabiduría de todo el mundo, que eran dirigidos por François Perrault, un monje capuchino con más de 200 años de edad. Allí protegían los tesoros que la Humanidad había perdido con tanta violencia intolerante, era el lugar donde se protegía el pasado para mostrar a los que a él pudieran acceder aquellos paraísos perdidos que todos quisiéramos encontrar.
Su descripción de aquel mundo, escondido en las más altas cumbres del Himalaya; aquel mágico poblado situado en las laderas de las montañas nevadas que de repente aparecían como lo hacen las visiones del desierto, se transformó con el paso de los años en la necesidad de creer que un reino así verdaderamente podía existir.
Ya lo decían las milenarias religiones de toda Asia al creer que en aquellas cumbres existían los manantiales de la Sabiduría. A Shambala se la conoce en Asia como el Reino Oculto, perdido en el Tibet, y habitado por seres perfectos que intentan proteger la evolución del ser humano y es considerado como la fuente del Kalachakra, la rama más esotérica de los tibetanos.
Se decía que Shambala era como una flor de loto. Tenía 8 regiones y estaban separadas entre sí por anillos concéntricos (curiosa la coincidencia con la Atlántida). En el centro del anillo central se levanta Kalapa, la que es la capital, y el palacio Kingos, hecho de muchas joyas y piedras preciosas (nueva coincidencia con la visión de la Atlántida).
La tecnología de Shambala era mucho más avanzada que la de nuestros mundos conocidos, y en la ciudad principal había unos ventanales que servían de telescopios y permitían ver la vida extraterrestre. Las fantasías y leyendas hablaban de vehículos que se desplazaban (hace siglos, no lo olvidemos) por túneles subterráneos, y de la facultad de sus habitantes de moverse a gran velocidad, trasladarse de un lugar a toro materializándose y desmaterializándose, además de tener una gran clarividencia.
Son curiosas las coincidencias existentes entre ambos reinos míticos, Atlántida y Shamballa; tanto que hace pensar en la ficción de ambos, en la inexistencia de algo que jamás podrá encontrarse y que está más apoyada, como decía al empezar, en la necesidad de la fé en cosas superiores, en lugares y condiciones que están por encima de lo que tenemos ahora, y que en algún tiempo venidero podremos tener.
En Asia también hay un paraíso similar aunque de connotaciones diferentes; un lugar donde impera la paz espiritual, un paraíso perdido donde según los mitos budistas viven almas inmortales armónicamente con la Naturaleza. Es la fuente de la sabiduría eterna a la que en la religión budista llaman Shamballa o Shambhala, los hindúes Kalapa, a la que la cultura milenaria de China conoce sitúa en los montes del Kun Lun, y en Rusia Bielovodye, la Tierra de las Aguas Blancas.
Sin embargo, en Occidente el nombre por el que se ha hecho más conocido es el de Shangri-La, nombre que le dio James Hilton en su novela Horizontes Perdidos.
En esta novela Hilton construyó un mundo perfecto al que acudían hombres de gran sabiduría de todo el mundo, que eran dirigidos por François Perrault, un monje capuchino con más de 200 años de edad. Allí protegían los tesoros que la Humanidad había perdido con tanta violencia intolerante, era el lugar donde se protegía el pasado para mostrar a los que a él pudieran acceder aquellos paraísos perdidos que todos quisiéramos encontrar.
Su descripción de aquel mundo, escondido en las más altas cumbres del Himalaya; aquel mágico poblado situado en las laderas de las montañas nevadas que de repente aparecían como lo hacen las visiones del desierto, se transformó con el paso de los años en la necesidad de creer que un reino así verdaderamente podía existir.
Ya lo decían las milenarias religiones de toda Asia al creer que en aquellas cumbres existían los manantiales de la Sabiduría. A Shambala se la conoce en Asia como el Reino Oculto, perdido en el Tibet, y habitado por seres perfectos que intentan proteger la evolución del ser humano y es considerado como la fuente del Kalachakra, la rama más esotérica de los tibetanos.
Se decía que Shambala era como una flor de loto. Tenía 8 regiones y estaban separadas entre sí por anillos concéntricos (curiosa la coincidencia con la Atlántida). En el centro del anillo central se levanta Kalapa, la que es la capital, y el palacio Kingos, hecho de muchas joyas y piedras preciosas (nueva coincidencia con la visión de la Atlántida).
La tecnología de Shambala era mucho más avanzada que la de nuestros mundos conocidos, y en la ciudad principal había unos ventanales que servían de telescopios y permitían ver la vida extraterrestre. Las fantasías y leyendas hablaban de vehículos que se desplazaban (hace siglos, no lo olvidemos) por túneles subterráneos, y de la facultad de sus habitantes de moverse a gran velocidad, trasladarse de un lugar a toro materializándose y desmaterializándose, además de tener una gran clarividencia.
Son curiosas las coincidencias existentes entre ambos reinos míticos, Atlántida y Shamballa; tanto que hace pensar en la ficción de ambos, en la inexistencia de algo que jamás podrá encontrarse y que está más apoyada, como decía al empezar, en la necesidad de la fé en cosas superiores, en lugares y condiciones que están por encima de lo que tenemos ahora, y que en algún tiempo venidero podremos tener.
18. El misterio del pozo del tesoro en la isla Oak
Isla de Oak, en Nueva Escocia, Canadá… Corría el año 1795 cuando un muchacho de unos 16 años llamado Daniel McGinnis, que se hallaba en medio de sus vacaciones estivales, llegó remando hasta la solitaria Isla de Oak para pasear por ella. Y eso hizo, pero mientras guiaba sus pasos entre los robles que dan nombre a la isla observó bajo una rama cortada, de la que colgaba una vieja polea, que la tierra había sido removida y, con su joven imaginación exultante llena de historias de tesoros ocultos, dejó la isla para ir a buscar la ayuda de sus amigos en la búsqueda de respuestas.
Actual entrada al misterioso pozo de la isla Oak
Y así lo hicieron. Los tres amigos llegaron y excavaron… y pronto pudieron confirmar que efectivamente allí había excavado alguien con anterioridad y, además, había intentado que nadie más pudiera hacerlo. A poco más de medio metro de profundidad encontraron piedras que habían sido puestas allí como tapadera, y tanto a los 3 metros como a los 6 placas fabricadas con madera de roble. Pero llegó el momento en que comprendieron que ya no podían continuar, así que optaron por dejar marcado el lugar y se marcharon.
Y desde entonces son muchos los que han intentado encontrar el supuesto tesoro, o por lo menos descubrir cual es el misterio que se oculta bajo tantos metros de tierra, piedra y madera. Nada se sabe aún al respecto. Sigue asombrando al mundo cómo alguien hace más de 200 años pudo construir un pozo que ha sido capaz de resistir todo tipo de excavaciones e investigaciones sin llegar a desvelar el misterio que esconde.
Expediciones posteriores, como la que llevó consigo Simeon Lynds, descubrieron más tablas de madera cada 3 metros y planchas de fibra de coco. Pero la gran sorpresa se produjo cuando alcanzaron entre los 27 y los 30 metros de profundidad, donde una losa fabricada en pórfido, material que utilizaban desde tiempos inmemoriales civilizaciones como la egipcia o la romana. Esta losa, en cuya superficie podían verse caracteres extraños, les paró el paso. Según cuentan, (esta tabla se perdió hace ya mucho tiempo), lo que ponía podía traducirse como: “40 pies más abajo hay enterrados 2 millones de libras“.
Pero ocurrió que por debajo de esta losa el agua comenzó a fluir y, aunque intentaron achicarla, nada pudieron hacer teniendo que abandonar finalmente la excavación.
Esquema de las distintas capas que se han ido encontrando
Años más tarde, en 1.849, los dos muchachos que ayudaron a Daniel McGinnis, colaboraron con la Sociedad Truro para resolver al fin el misterio de esta Isla. El encargado de dirigir toda la operación se llamaba Joham B. McCully y fue él quien descubrió el porqué el agua subía sin control por el pozo y cómo dirigirla hacia otro lado. Ahora bien, poco le duró el invento, pues el dique se vino abajo con el continuo empuje de las mareas altas. Una vez más el guardián del tesoro parecía hacer de las suyas y cumplir bien con su cometido. Ahora bien, esta expedición sí que logró encontrar una posible cámara en la que estaría guardado el tesoro, lo que no llegaron a acceder a ella. En el año 1861 se volvió a intentar, pero tampoco esta vez una forma de evitar que el agua y el barro lo destrozara todo impidiendo el paso.
Diversas son las teorías que se han lanzado sobre el origen de este pozo. Se habla de los Caballeros Templarios, se comenta que si Sir Francis Drake o que si el Capitán Kidd, incluso se dice que pueden ser las joyas de la Corona Francesa que desaparecieron en 1791, pero lo cierto es que aún no ha podido ni confirmarse ninguna de ellas, ni encontrar el supuesto tesoro que esconde. Hoy en día es propiedad privada y sus actuales dueños siguen buscando el tesoro.
Actual entrada al misterioso pozo de la isla Oak
Y así lo hicieron. Los tres amigos llegaron y excavaron… y pronto pudieron confirmar que efectivamente allí había excavado alguien con anterioridad y, además, había intentado que nadie más pudiera hacerlo. A poco más de medio metro de profundidad encontraron piedras que habían sido puestas allí como tapadera, y tanto a los 3 metros como a los 6 placas fabricadas con madera de roble. Pero llegó el momento en que comprendieron que ya no podían continuar, así que optaron por dejar marcado el lugar y se marcharon.
Y desde entonces son muchos los que han intentado encontrar el supuesto tesoro, o por lo menos descubrir cual es el misterio que se oculta bajo tantos metros de tierra, piedra y madera. Nada se sabe aún al respecto. Sigue asombrando al mundo cómo alguien hace más de 200 años pudo construir un pozo que ha sido capaz de resistir todo tipo de excavaciones e investigaciones sin llegar a desvelar el misterio que esconde.
Expediciones posteriores, como la que llevó consigo Simeon Lynds, descubrieron más tablas de madera cada 3 metros y planchas de fibra de coco. Pero la gran sorpresa se produjo cuando alcanzaron entre los 27 y los 30 metros de profundidad, donde una losa fabricada en pórfido, material que utilizaban desde tiempos inmemoriales civilizaciones como la egipcia o la romana. Esta losa, en cuya superficie podían verse caracteres extraños, les paró el paso. Según cuentan, (esta tabla se perdió hace ya mucho tiempo), lo que ponía podía traducirse como: “40 pies más abajo hay enterrados 2 millones de libras“.
Pero ocurrió que por debajo de esta losa el agua comenzó a fluir y, aunque intentaron achicarla, nada pudieron hacer teniendo que abandonar finalmente la excavación.
Esquema de las distintas capas que se han ido encontrando
Años más tarde, en 1.849, los dos muchachos que ayudaron a Daniel McGinnis, colaboraron con la Sociedad Truro para resolver al fin el misterio de esta Isla. El encargado de dirigir toda la operación se llamaba Joham B. McCully y fue él quien descubrió el porqué el agua subía sin control por el pozo y cómo dirigirla hacia otro lado. Ahora bien, poco le duró el invento, pues el dique se vino abajo con el continuo empuje de las mareas altas. Una vez más el guardián del tesoro parecía hacer de las suyas y cumplir bien con su cometido. Ahora bien, esta expedición sí que logró encontrar una posible cámara en la que estaría guardado el tesoro, lo que no llegaron a acceder a ella. En el año 1861 se volvió a intentar, pero tampoco esta vez una forma de evitar que el agua y el barro lo destrozara todo impidiendo el paso.
Diversas son las teorías que se han lanzado sobre el origen de este pozo. Se habla de los Caballeros Templarios, se comenta que si Sir Francis Drake o que si el Capitán Kidd, incluso se dice que pueden ser las joyas de la Corona Francesa que desaparecieron en 1791, pero lo cierto es que aún no ha podido ni confirmarse ninguna de ellas, ni encontrar el supuesto tesoro que esconde. Hoy en día es propiedad privada y sus actuales dueños siguen buscando el tesoro.
19. Las misteriosas luces de Marfa en Texas
Las luces misteriosas son visibles durante las noches claras, cerca de Marfa, en el estado norteamericano de Texas. Hubo miedo y superstición en el pasado. Hoy en día, esas luces siguen siendo un enigma para la ciencia, amén de un importante enclave turístico.
Robert Reed Ellison fue el primero en informar acerca de estas luces en 1883. En un primer momento pensó que podían ser fogatas de los indios apaches, pero más tarde, los investigadores precisaban que, durante el día, no se lograban encontrar restos de cenizas u otros elementos de pruebas de que fueran fuegos los que provocaban aquellas luces.
Una vecina de la zona, la señora Giddens, contaba cómo en una ocasión su padre se perdió en una ventisca. Las luces aparecieron y hablaron con él, informándole de que iba en dirección equivocada. Las luces lo guiaron hasta una cueva, y una gran bola de luz permaneció con él hasta la mañana siguiente, cuando por fin pudo encontrar el camino a casa.
Las leyendas que corren entre los habitantes del lugar hablan de que las luces representan a los colonos que fundaron estas tierras, o bien señales de los mineros que buscaban oro en este lugar. Incluso llegaron a pensar que era Pancho Villa y sus hombres que se desplazaban por las montañas.
Otras leyendas son las que cuentan los indios americanos. Para ellos, las luces son guerreros vengativos que tratan de atraer a los soldados a alguna trampa o una tribu en busca de su jefe. Para otros representan a un antiguo jefe apache que guarda así aquellas historias para que nadie pueda robarle el oro que esconden.
Las luces son de color blanco, amarillo y naranja. La ciencia ha podido demostrar que las luces existen en realidad, pero aún no ha podido precisar ni lo que son ni de dónde proceden. Algunos creen que es un resplandor de algo, pero los científicos tampoco pueden precisar a este respecto qué refleja o cómo puede hacerlo.
La única razón que se ha podido postular con más fuerza es que las luces se tratan de gases que emiten los pantanos cercanos. Por la noche, el gas de las aguas estancadas puede provocar estos reflejos en el cielo. Aún así sigue siendo una teoría de poco peso.
Otras explicaciones razonables son las que indican que las luces pueden ser causadas por hechos similares a los que producen los espejismos, provocadas por las condiciones atmosféricas cuando el frío y el aire caliente crean un efecto visible al doblar la luz.
Lo que sí sabe la ciencia, y no nos cabe duda de ello, es que no se sabe qué nos quieren decir aquellas luces… ni porqué están ahí.
Robert Reed Ellison fue el primero en informar acerca de estas luces en 1883. En un primer momento pensó que podían ser fogatas de los indios apaches, pero más tarde, los investigadores precisaban que, durante el día, no se lograban encontrar restos de cenizas u otros elementos de pruebas de que fueran fuegos los que provocaban aquellas luces.
Una vecina de la zona, la señora Giddens, contaba cómo en una ocasión su padre se perdió en una ventisca. Las luces aparecieron y hablaron con él, informándole de que iba en dirección equivocada. Las luces lo guiaron hasta una cueva, y una gran bola de luz permaneció con él hasta la mañana siguiente, cuando por fin pudo encontrar el camino a casa.
Las leyendas que corren entre los habitantes del lugar hablan de que las luces representan a los colonos que fundaron estas tierras, o bien señales de los mineros que buscaban oro en este lugar. Incluso llegaron a pensar que era Pancho Villa y sus hombres que se desplazaban por las montañas.
Otras leyendas son las que cuentan los indios americanos. Para ellos, las luces son guerreros vengativos que tratan de atraer a los soldados a alguna trampa o una tribu en busca de su jefe. Para otros representan a un antiguo jefe apache que guarda así aquellas historias para que nadie pueda robarle el oro que esconden.
Las luces son de color blanco, amarillo y naranja. La ciencia ha podido demostrar que las luces existen en realidad, pero aún no ha podido precisar ni lo que son ni de dónde proceden. Algunos creen que es un resplandor de algo, pero los científicos tampoco pueden precisar a este respecto qué refleja o cómo puede hacerlo.
La única razón que se ha podido postular con más fuerza es que las luces se tratan de gases que emiten los pantanos cercanos. Por la noche, el gas de las aguas estancadas puede provocar estos reflejos en el cielo. Aún así sigue siendo una teoría de poco peso.
Otras explicaciones razonables son las que indican que las luces pueden ser causadas por hechos similares a los que producen los espejismos, provocadas por las condiciones atmosféricas cuando el frío y el aire caliente crean un efecto visible al doblar la luz.
Lo que sí sabe la ciencia, y no nos cabe duda de ello, es que no se sabe qué nos quieren decir aquellas luces… ni porqué están ahí.
20. Los accidentes de la “carretera de los huesos” en Siberia
Se dice que cada metro de construcción de la carretera costó una vida. Se cuenta que con las temperaturas existentes en la zona, una persona, perdida en esos parajes, apenas aguanta 8 horas sin congelarse. Dice la historia que cientos o miles de personas fueron obligados a realizar trabajos forzosos para construir esa carretera transiberiana, la conocida como “Carretera de los huesos“, aquella donde los que se opusieron a Stalin lo pagaron con su vida siendo enterrados bajo su asfalto.
Y cuenta la leyenda que las almas de muchos de ellos vagan por allí. Durante un tramo de casi 30 kilómetros de esa carretera la cantidad de accidentes es altísima. Cuando los conductores afectados han sido preguntados por las causas que lo motivaron, ninguno hasta ahora ha recordado el motivo. Como consecuencia, los amantes de las leyendas, de los misterios se han lanzado a proclamar sus teorías fantasmales, aunque la que más científica de todas es aquélla que dice que los causantes tanto de lso accidentes como de los olvidos son unas filtraciones de un determinado gas…
Lo cierto es que en esa carretera, tan representativa de la barbarie humana y del genocidio, confluyen todos los ingredientes para pensar en hechos oscuros.
Y cuenta la leyenda que las almas de muchos de ellos vagan por allí. Durante un tramo de casi 30 kilómetros de esa carretera la cantidad de accidentes es altísima. Cuando los conductores afectados han sido preguntados por las causas que lo motivaron, ninguno hasta ahora ha recordado el motivo. Como consecuencia, los amantes de las leyendas, de los misterios se han lanzado a proclamar sus teorías fantasmales, aunque la que más científica de todas es aquélla que dice que los causantes tanto de lso accidentes como de los olvidos son unas filtraciones de un determinado gas…
Lo cierto es que en esa carretera, tan representativa de la barbarie humana y del genocidio, confluyen todos los ingredientes para pensar en hechos oscuros.
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